John Kerry, quien formalmente es el enviado especial para el clima por parte del gobierno de Joe Biden, estará en Hermosillo el próximo viernes para una revisión conjunta con el presidente mexicano del Plan Sonora, que incluye temas de energía y, en especial, del litio.
Visitante frecuente de México para encuentros con el presidente López Obrador, una especie de ajustador directo de acuerdos e incluso mensajero de advertencias o inconformidades, Kerry aparecerá en escena en la capital mexicana del litio: Sonora, cuyo gobernador, Alfonso Durazo, ha sido designado por Palacio Nacional como una especie de comisionado para la operación de LitioMx, la empresa pública que administrará todo lo relacionado con ese mineral, cuya propiedad originaria ha sido reivindicada por el actual gobierno federal, con base en lo que establece la Constitución.
El virtual subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, cuyo nombramiento real es de jefe de la Unidad para América del Norte, confirmó ayer la cita en Sonora y precisó, luego de reunirse con López Obrador y el gobernador Durazo: “va a ser una reunión con el Presidente para platicar sobre lo que se ha venido avanzado y trabajando en materia de energía y cambio climático”.
El tema del litio es fundamental. La administración obradorista ha buscado avanzar en el ordenamiento y reordenamiento de ese rubro, aunque sin llegar a expropiaciones o nacionalización. Hasta ahora, México ha reforzado legalmente el dominio del llamado oro blanco o petróleo del futuro y ha creado una empresa (la antes mencionada LitioMx) para la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del mineral.
Pero Estados Unidos mantiene un explicable interés estratégico en invertir en la explotación del litio. Invertir significaría controlar y asegurar material mexicano para su demanda de baterías y otros mecanismos de almacenamiento de energía, además de la producción de automóviles eléctricos. La medida de la preservación auténtica del interés nacional en este tema será definida por los términos contractuales que se apliquen a los inversionistas en general, pero sobre todo a extranjeros, específicamente de Estados Unidos. Es decir, la 4T facilitará inversiones privadas para explotar el litio; habrá de ver el grado de apertura que se otorgue.
No está de más recordar que la firma china Gangfeng (que a su vez compró a la anglocanadiense Bacanora Lithium) es aún la más importante concesionaria para la explotación de ese recurso en México. Ahora, con LitioMx y con Durazo como “facilitador de inversiones” (así se definió: https://bit.ly/3gpnTSG), se buscará que haya más empresas privadas que le entren al negocio.
A eso va Kerry. Para ello se reunirá con AMLO. Sí, el cambio climático; sí, la megaplanta solar en Puerto Peñasco (construida en 2 mil hectáreas donadas por el Grupo Vidanta, colindantes con uno de los hoteles de esta empresa sexenalmente muy activa, del empleador Daniel Chávez). Pero… el litio de Bacadéhuachi y sus alrededores.
Mientras tanto, se ha realizado en la frontera entre México y Estados Unidos un ejercicio militar conjunto. Llama la atención la disposición a la interoperabilidad de los ejércitos, así haya sido ahora mediante un simulacro de atención, en Reynosa, a población civil afectada por huracanes o accidentes. Los vecinos llevaron helicópteros utilitarios para ensayar operaciones de rescate y traslado de heridos. “Fuerzas Amigas 2022” se llamó este ejercicio binacional. Participaron 122 elementos mexicanos y 111 estadunidenses (https://bit.ly/3yVznUo).
Un dato complementario: en mayo de este año, la Secretaría de Marina informó haber realizado (por primera vez) el “Ejercicio Multinacional Tradewinds”, con “más de 400 marinos navales mexicanos desplegados en Quintana Roo y Belice, así como más de 300 elementos extranjeros de fuerzas armadas” de varios países americanos, entre ellos Brasil, Canadá, Colombia y EU. (https://bit.ly/3Dgu4Bt). ¡Hasta el próximo lunes!
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