Ciudad de México. Jesús Murillo Karam, ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), fue llevado al hospital General de Xoco para una revisión médica debido al alto en la sangre. Es la segunda ocasión que sale de prisión por cuestiones de salud. Fuentes consultadas informaron que el ex funcionario, quien se encuentra privado de la libertad en el reclusorio Norte, fue trasladado al nosocomio donde estuvo internado por unas horas, para revisar también el avance de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que padece.
El ex funcionario fue trasladado en una ambulancia de la Secretaría de Salud del gobierno capitalino y conforme al protocolo, portaba su uniforme beige, así como cubrebocas.
Murillo Karan regresó esta mañana al Reclusorio Norte, donde se encuentra en prisión preventiva luego de ser vinculado a proceso por su probable responsabilidad en los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia, cometidos durante la investigación del caso Ayotzinapa.
El ex procurador, de 74 años, padece de hipertensión e insuficiencia vascular cerebral, además de EPOC. Incluso en la audiencia del pasado 24 de agosto donde fue vinculado a proceso, sus abogados solicitaron al juez de control, Marco Antonio Fuerte, que tomara en cuenta el estado de salud de su cliente para permitirle seguir su proceso en libertad; sin embargo, al final se decidió evitar el “riesgo procesal” de que se diera a la fuga, y se le dictó prisión preventiva justificada.
Murillo Karam promovió un amparo en contra de cualquier acto de intimidación, que incluye la orden judicial para que las autoridades del Reclusorio Norte tomaran todas las medidas necesarias para garantizar su salud.
Por ello desde su ingreso se acordó que podía recibir atención o realizarse estudios que no se pudieran practicar dentro de la prisión bajo vigilancia, sobre todo los padecimientos que tienen que ver con los monitoreos de la insuficiencia cerebro bascular y el seguimiento a su enfermedad pulmonar, para evitar que pueda sufrir un accidente de salud debido a complicaciones graves dentro de prisión.