La minería, que representa “uno por ciento de la fuerza laboral, tiene 8 por ciento de los accidentes mortales de trabajo”, refirió Linda Atach, directora de Exposiciones Temporales del Museo Memoria y Tolerancia, al inaugurar la ofrenda en recuerdo de los mineros que han perdido la vida en el desempeño de sus labores.
En vísperas del Día de Muertos, añadió que desde hace 10 años que la institución monta estos altares y recordó que en el país durante el presente siglo han ocurrido alrededor de “nueve accidentes severos”, entre ellos los acaecidos este año en Coahuila y Durango.
En el primero de ellos, una inundación en la mina de carbón dejó a 10 mineros atrapados, y aunque se hicieron intentos por rescatarlos, “resultaron infructuosos”, y en el otro, un derrumbe en un yacimiento de oro provocó el fallecimiento de un trabajador.
“El objetivo (de la ofrenda) es que se hable, se comente lo que pasa en las minas en México”, dijo, y detalló que la ofrenda permanecerá hasta el 3 de noviembre y podrá visitarse de 10 a 18 horas. “La pusimos una semana antes para que la gente se enoje con lo que sucede, tenemos indignación; esto en algún momento va a limitar la impunidad.
“Llevamos 10 años haciendo estas ofrendas; las hemos dedicado a víctimas infantiles, periodistas asesinados, feminicidios y migrantes. Este año cuando sucede lo de Sabinas y lo de Durango, decidimos que debíamos visibilizar a los mineros y los que han muerto, para que se sepa lo que se vive en esta actividad en México.
“La minería es una tradición de 500 años, y es una desgracia que siga sin funcionar correctamente; nos duele”, señaló la directora.
En la ofrenda se recuerda la explosión en Pasta de Conchos (2006), que provocó la muerte de 65 mineros, “cuyos cuerpos aún permanecen en la mina”; el accidente en Sabinas, Coahuila (2011) que dejó 14 personas fallecidas y en Progreso, Coahuila (2012), donde la formación de una bolsa de aire provocó el derrumbe de 100 toneladas de carbón que mató a 6 trabajadores, entre otros.