Washington. Las ventas de viviendas existentes en Estados Unidos cayeron por octavo mes consecutivo en septiembre, ya que el aumento de las tasas de interés hipotecarias y precios aún elevados las dejaron fuera del alcance de muchos posibles compradores.
Las ventas de viviendas existentes cayeron 1.5 por ciento el mes pasado, a una tasa anual desestacionalizada de 4.71 millones de unidades, según informó el jueves la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Fuera del efímero desplome durante la primavera de 2020, cuando la economía se tambaleaba por la primera ola de covid-19, este fue el nivel de ventas más bajo desde septiembre de 2012. Los economistas encuestados por Reuters esperaban un declive de ventas a un ritmo de 4.70 millones de unidades.
Las reventas de viviendas, que representan el grueso de las ventas de casas en Estados Unidos, disminuyeron 23.8 por ciento en términos anuales.
La Reserva Federal, que está librando una agresiva batalla contra la inflación más elevada en los últimos 40 años, ha subido su tasa referencia a un día desde casi cero en marzo hasta el rango actual de entre 3 y 3.25 por ciento, el ritmo más rápido de endurecimiento de la política en una generación o más.
Según las proyecciones de las propias autoridades de la Fed y sus comentarios recientes, es probable que la tasa termine el año en un rango de cuatro por ciento.
El mercado de la vivienda, sensible a las tasas, se ha visto mucho más afectado que la mayoría de los demás sectores de la economía. En cambio, sectores como el mercado laboral han mostrado su resistencia pese a los intentos de la Fed por enfriar la demanda.
Datos conocidos esta semana mostraron que la confianza de los constructores de viviendas se redujo por décimo mes consecutivo en octubre, mientras que la construcción de nuevas viviendas unifamiliares cayó a su nivel más bajo en más de dos años en septiembre.
Las tasas hipotecarias, que se mueven en paralelo al retorno de los bonos del Tesoro estadunidense, se han disparado aún más. El tipo de las hipotecas fijas a 30 años se situó en un promedio de 6.94 por ciento en la última semana, la más alta en 20 años, frente a 6.92 por ciento de la semana anterior, según datos de la agencia de financiación hipotecaria Freddie Mac.
Aunque el crecimiento del precio de la vivienda se ha desacelerado al debilitarse la demanda, la escasa oferta mantiene los precios elevados.
El precio promedio de la vivienda existente aumentó 8.4 por ciento respecto al año anterior, hasta 384 mil 800 dólares en septiembre. Había 1.25 millones de viviendas de segunda mano en el mercado, un 0.8 por ciento menos que hace un año.
Al ritmo de ventas de septiembre, se necesitarían 3.2 meses para agotar el inventario actual de viviendas existentes, frente a los 2.4 meses de hace un año. Una oferta de cuatro a siete meses se considera un equilibrio saludable entre la oferta y la demanda.