Médicos internos de pregrado realizan una protesta afuera del Hospital Regional Primero de Octubre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para exigir la liberación de su compañero Fernando, quien ayer por la tarde fue detenido y llevado al Ministerio Público, porque personal de vigilancia encontró en su mochila algunas jeringas.
Los manifestantes aseguran que todos llevan ese tipo de material consigo porque lo necesitan para el desempeño de sus funciones. “Lo llevamos en nuestras bolsas o mochilas porque en el hospital no tenemos un lugar para guardar nuestras pertenencias”, explicaron. “A cualquiera de nosotros nos pueden encontrar ese material u otros como gasas, apósitos o vendas. Son nuestra herramienta de trabajo”.
Explicaron que como médicos en formación, en el último año de la licenciatura, deben cumplir un año como internos en algún hospital. En ese tiempo hacen guardias de 36 horas continuas, durante las cuales realizan diversas actividades, entre otras, la toma de muestras de sangre para estudios de laboratorio, apoyan en los quirófanos, en la atención de partos, así como en la práctica de electrocardiogramas.
Todo es continuo y rápido “porque los enfermos lo necesitan”. Para agilizar sus labores, les entregan material de curación e insumos como jeringas y tubos para la recolección de la muestra sanguínea.
Generalmente, “nos queda algún material que sí, nos lo llevamos y al otro día regresamos con el mismo, para de inmediato ponernos a trabajar”.
En la manifestación que desde las 9 de la mañana aproximadamente, incluye el cierre de la circulación sobre Avenida Politécnico Nacional, en el norte de Ciudad de México, los inconformes exigen la liberación inmediata de Fernando y reclaman a las autoridades del nosocomio porque no hicieron nada para impedir la detención del joven estudiante y hasta ahora, no han emitido ningún pronunciamiento. Tampoco lo ha hecho el ISSSTE. “Somos médicos, no delincuentes”, afirman.
Material médico localizado por elementos del Servicio de Protección Federal en la mochila del doctor detenido. Foto: La Jornada