Ciudad de México. En un nuevo intento por reducir los precios de productos de la canasta básica, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió en Palacio Nacional con la presidenta y directora ejecutiva de Walmart a nivel internacional, Judith McKenna, con quien conversó sobre el control inflacionario. “El acuerdo fue hacer todo lo posible para bajar la inflación en alimentos. Las ventas de esta empresa equivalen a 25 por ciento del comercio minorista en el país”, dijo el mandatario en sus redes sociales.
Después de que en la semana cuestionó que las cadenas Walmart, Soriana y Chedraui no redujeran sus precios de la canasta básica para que se venda en mil 38 pesos, durante su conferencia confirmó la postura del presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales de que el acuerdo era voluntario. López Obrador dijo que efectivamente “no hay nada obligatorio, somos juaristas, a lo mejor hasta él es juarista, y Juárez decía: ‘Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’. No se impone nada, no es imponer, es convencer, persuadir”.
Sin embargo, el Presidente sugirió que en tiempos de elevada inflación se procure preservar los precios de los productos de la canasta básica, particularmente de las tiendas de autoservicio, pues, citó el caso de Walmart, se trata de “un distribuidor preponderante, como le llaman ahora”.
Reconoce BlackRock al país por manejo de la deuda
Por otro lado, destacó que durante un encuentro efectuado en Washington entre el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y Larry Fink, cabeza de BlackRock, uno de los principales fondos de inversión en el mundo, este último destacó la manera en que México encaró los efectos económicos de la pandemia, sin acudir a un mayor endeudamiento. Esta política permitió que el país mantuviera un reducido porcentaje de endeudamiento con respecto a su producto interno bruto.
Indicó que mientras el país tiene un PIB de 21 billones de pesos anuales y una deuda que oscila en 11 billones de pesos, España, con un PIB similar, su débito es casi de 25 billones de pesos, esto es, el doble del endeudamiento mexicano.
El presidente López Obrador consideró que el rumbo de la economía mexicana es positivo, por lo que la única preocupación es contener los precios de los alimentos de la canasta básica.