La disminución de casos covid en las recientes 14 semanas es indicativo de que “la pandemia realmente está en retirada; se está convirtiendo en fase endémica”, aseguró el director general de Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, Jorge Alfredo Ochoa Moreno, al poner en marcha la semana de vacunación de la segunda dosis pediátrica Pfizer para menores de seis años, que concluirá pasado mañana.
Entrevistado en el Centro de Salud T-III Beatriz Velasco de Alemán, ubicado en la colonia Michoacana, alcaldía Venustiano Carranza, insistió en que tras la quinta ola “estamos ya saliendo de la pandemia”, al señalar que en la Ciudad de México “diariamente seguimos tomando muestras covid: tomamos alrededor de 800 muestras al día y 5 por ciento salen positivos”, es decir, unos 40 casos.
Hasta el momento se cuenta con disponibilidad de 230 mil dosis del biológico pediátrico de Pfizer y una cobertura de 65 por ciento en niños de cinco a 11 años, y se pretende abarcar 100 por ciento en las próximas dos semanas, en las que se aplicarán las segundas dosis a niños de seis años hasta este viernes y a partir del lunes de la siguiente semana a los de cinco; además, se aplicarán a los menores rezagados de cualquier dosis.
Ochoa Moreno llamó a los padres de familia a que acudan con sus hijos menores de edad y a los adultos a protegerse contra el covid, al señalar que “lo importante de vacunarse es porque viene la temporada invernal; entonces, sí se espera que haya un pequeño repunte de casos, como es natural, ya que se trata de una enfermedad respiratoria”.
Desde las nueve de la mañana, al centro de salud –que existe desde 1950–, los niños de seis años llegaban caminando; otros en brazos de sus papás, algunos en pijama, con guantes, gorras, chamarras y paraguas, en medio de una lluvia ligera.
Proveniente de la colonia Solidaridad, en Tultitlán, estado de México, Deisy llegó en transporte público después de casi una hora y media de viaje con su hija Evelyn, a quien no se le negó la aplicación del biológico.
“No me dolió”, dijo sonriente la niña, pero luego no pudo evitar hacer gestos cuando bebió una botellita con desparasitante que el personal de salud repartía entre los menores, previa autorización de los padres o tutores.