Las tiendas de autoservicio vendieron la semana pasada la canasta básica hasta en mil 169 pesos, por arriba de los mil 39 en los que se pactó en el plan antinflacionario, informó ayer la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Ante eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al titular de la dependencia “hablar con Walmart, Chedraui y Soriana, porque se están pasando”, aunque confió en que las empresas cumplirán con el acuerdo.
Como parte del informe semanal de la dependencia en la conferencia mañanera en Palacio Nacional, Ricardo Sheffield, su titular, explicó que en la medición del precio de la canasta básica con 24 artículos de primera necesidad, “Walmart, que fue el más caro en la región centro, tuvo los 24 productos en mil 161 pesos con 90 centavos”.
En la zona centro-norte, “la opción más cara para los 24 productos fue Mega Soriana en Aguascalientes, con un precio de mil 165.30 pesos”; en tanto, en el norte y sur del país, el más alto fue de mil 141.40. No obstante, también hubo precios como en La Comer, en Querétaro, con 986.15, o Merco Aramberri, en el norte, con 971.85 pesos.
Al subrayar que el plan avanza, López Obrador pidió a Sheffield “hablar con Walmart, Chedraui y Soriana, porque son mil 39 pesos por la canasta y no le llegan; mejor dicho, se pasan, no de rosca pero sí se están pasando”.
Refrendó su confianza en los empresarios del ramo para bajar los precios. “Yo les creo a ellos y estoy seguro de que van a cumplir, o sea, están acomodando porque tienen que dar instrucciones. Yo aprovecho de una vez para decirles a los administradores de las tiendas Walmart, Chedraui y Soriana que hay el compromiso de que la canasta no cueste más de mil 39 pesos”.
El Presidente lamentó que las medidas antinflacionarias estén acompañadas de presión por parte de quienes se oponen a la apertura para importar alimentos más económicos del extranjero, “y ya salió hasta una nota de que se murió una señora en Tapachula por comer carne importada de Panamá”.
Atribuyó que este tipo de información es generada porque “si se cierra el mercado se protege a ciertos productores fuertes y yo estoy a favor de que se impulse la producción nacional, pero lo que más me importa de todo es que no haya carestía, que el pueblo pueda comprar proteína barata, como el huevo, la leche, el frijol, el arroz, proteínas y carbohidratos y vitaminas baratos”.
Tras defender la estrategia que prevé dar permisos de importación “sin tanto trámite” para un grupo de empresas, criticó a quienes se oponen a la medida: “Entonces, ¿por qué no abrir?; entonces, ¿somos neoliberales o no somos neoliberales? ¿O somos neoliberales en los bueyes del compadre o cuando nos conviene?”
Comentó que a pesar de que México tiene una menor inflación que Estados Unidos y Europa en el sector energético, el índice inflacionario se mantiene elevado por el costo de los alimentos en el país.