Buenos Aires., Miles de manifestantes llegaron ayer a la Plaza de Mayo para recordar el 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo se rebeló y desde el sur marchó durante horas para llegar a este lugar exigiendo la libertad del entonces secretario de Trabajo y Previsión Social, el coronel Juan Domingo Perón, detenido por las medidas tomadas en favor de los trabajadores.
Hubo otros cuatro actos para la conmemoración, entre ellos el de la Confederación General del Trabajo (CGT), que se reunió en un lugar cerrado, el club de Obras Sanitarias.
Ante las circunstancias que se viven, lo ideal hubiera sido una manifestación y un acto únicos, en este caso, el más importante fue el realizado en Plaza de Mayo, encabezado por el líder del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, y el diputado del gobernante Frente de Todos, Máximo Kirchner, presidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires y de la organización juvenil de La Cámpora.
Kirchner trajo el saludo de la vicepresidenta Cristina Fernández para los manifestantes que lo recibieron con un largo aplauso. En el escenario estaban, además, dirigentes de las centrales argentinas de trabajadores, de los empleados bancarios, de ferroviarios y otros importantes dirigentes políticos y sociales.
Repudio a Macri
Mencionó la extrema violencia de la derecha, en referencia al intento de asesinato de la vicepresidenta y los datos que surgen de la complicidad de políticos y ex funcionarios del gobierno del ex presidente Mauricio Macri. Denunció a éste por haber dejado una deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monrtario Internacional y otros 60 mil millones de dólares con acreedores privados, “poniendo de rodillas” a la sociedad argentina y sin “cuidar sus bienes naturales como el litio”.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández no asistió a ninguno de los actos, pero inauguró varias obras públicas y proyectos, y en su discurso recordó este 17 de octubre que significa “el día de la lealtad peronista”.
En todo el país hubo actos similares por este 77 aniversario, en algunos con una mayor unidad entre los distintos sectores, pero en estas circunstancias el pueblo en las calles era una necesidad histórica. El documento leído en Plaza de Mayo es un llamado a la conciencia nacional, a la recuperación de soberanía, a la lealtad y la unidad por sobre todas las diferencias.
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