Guanajuato, Gto., Los pequeños pusieron alegría y energía al primer domingo de actividades del Festival Internacional Cervantino (FIC) en su edición 50. Fueron los que más aplaudieron y bailaron en la Alhóndiga de Granaditas al ritmo de Mademoiselle, trío proveniente de Francia y Argelia, conformado por Sofiane Saidi, Rodolphe Burger y Mehdi Haddab, cuya propuesta converge entre el blues, el raï y la música argelina.
El fin de semana en Guanajuato fue familiar. Niños y adultos salieron a pasear por las sinuosas avenidas y túneles de Cuévano para disfrutar también de los espectáculos callejeros y actividades que presentan artistas internacionales y locales.
En la cita obligada para muchos guanajuatenses, los padres de familia aprovecharon para recorrer las calles con sus hijos, quienes disfrutaron de las propuestas de los artistas callejeros y también de todo lo que se vende, como calaquitas bailadoras de plástico de 20 pesos o algodones de azúcar.
Desde la calle Sopeña desfilaban las familias con los pequeños, quienes se detenían frente a la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, donde actuó un mimo, que entretuvo al público durante varios minutos. Los pequeños no dudaban en ser parte del show y seguían las instrucciones con señas del hombre con la cara pintada de blanco, guantes y chaleco negro.
La fiesta cervantina se vive en la calle. Hay rostros de felicidad por doquier; atrás quedaron esos dos años de pandemia y todos se divierten con los diferentes personajes que se encuentran en las calles, como el caballero de la noche, Batman, o la Mujer Maravilla.
El paseo dominical de las familias continúa por la Plaza de los Ángeles, donde está un grupo tocando, pero a los niños y niñas les llama más la atención ir a los puestos que ofrecen figuras alusivas al Día de Muertos. La caminata sigue por el mercado hasta llegar a la Alhóndiga de Granaditas, donde la gente comienza a llegar para el concierto que ofrece esa noche el trío Mademoiselle.
Los chicos asisten acompañados por sus padres, abuelos y hasta tíos; se emocionan y corren para obtener un buen lugar, y aprovechan que se les permitió ingresar a la zona de butacas sin boleto.
Contoneos electrizantes
Antes de empezar el concierto, el público permanecía atento a las cápsulas informativas que se transmiten en la pantalla gigante del escenario en torno a la figura de Miguel de Cervantes; reían y trataban de responder las preguntas que se lanzaban sobre el poeta, novelista y dramaturgo español.
Desde que se escuchaban los primeros acordes, los pequeños empezaban a contonearse en su asiento y mover su cabeza, y se dejaban llevar por la música de Mademoiselle y su electrizante presencia; incluso, hubo un niño que volteaba a ver a toda su familia, que ocupaba una fila, y con las manos los incitaba a palmear.
Una pequeña, al ver algunas sillas vacías, no dudo en subirse y bailar. También gritaba y cantaba.
Entre el público se escuchó una vocecita que preguntaba: “Papá, porque dice ‘señorita’?”, refiriéndose al cantante, y el padre le contestó que así se llama el grupo.
También los adultos disfrutaron la música de Mademoiselle y bailaron durante la hora que duró el concierto. Tal vez no hubo un lleno total, como en otras ocasiones en la Alhóndiga, pero quienes estuvieron gozaron cada pieza que tocaron los músicos.
“Estuvo chingón”, expresó un chico que fue con sus amigos y escuchaba por primera vez a Mademoiselle. Al finalizar el concierto, otro joven le decía a su acompañante: “¡Estuvo genial! ¡Tres cuates prendieron a todos!”
Sin duda, el ambiente de la fiesta cervantina lo hace la gente que acude a los espectáculos, que en su mayoría son de entrada gratuita.
El espectáculo infantil La chorcha de las calacas, con la compañía Marionetas de la Esquina, se presentó el domingo en la Ex Hacienda San Gabriel de Barrera, también dentro de las actividades del FIC.
Mientras, la Plaza de San Roque se llenó de danza con la participación de la compañía Barro Rojo Arte Escénico, como representante de la Ciudad de México, invitada de honor del Cervantino.