Como en los mejores momentos del perredismo o del priísmo en decadencia, los azules de Acción Nacional, no conformes con el escándalo del cártel inmobiliario en Benito Juárez, este domingo protagonizaron otro capítulo en su innegable descomposición.
Resulta que, según se ha dado a conocer, el alcalde en Benito Juárez –el corazón del cártel inmobiliario–, Santiago Taboada, que se supone apto para gobernar una de las ciudades más grandes del mundo, se llevó casi toda la elección interna en su partido.
Casi, es decir, no toda, y en lugar de aceptar la disidencia, como aconsejado por el “chacal de Los Pinos”, Felipe Calderón, ordenó, según nos cuentan, que un grupo de choque reventara la asamblea en la que Dulce Esmeralda Mendoza Flores, contraria a su grupo, había sido elegida.
Los que supuestamente fueron enviados por Taboada ingresaron a un salón de fiestas en la alcaldía Xochimilco, donde había transcurrido la elección, y cuando empezaba el festejo por el triunfo de Mendoza, destrozaron mobiliario y amenazaron a los asistentes.
Iban armados con machetes y armas de fuego, advirtieron algunos testigos. Dulce, la triunfadora en la elección, asegura haber escuchado detonaciones, cuando menos un par de veces, de las mencionadas armas de fuego.
Uno de los miembros del grupo de choque que fue detenido, primero por los asistentes al pretender llevarse las boletas de la elección, y luego por las autoridades de la ciudad, confesó que había sido enviado por Alejandro Gutiérrez, director del Gobierno en Benito Juárez.
Ese es el Partido Acción Nacional hoy, y ese es exactamente el mensaje que envían a la población. No tienen programa, no tienen proyecto de gobierno, pero desde ahora ya consiguieron el manejo de la violencia.
El asunto no se puede ignorar porque Acción Nacional era la esperanza del ala más conservadora de la CDMX para ganar la capital del país.
Y decimos que “era” porque es muy difícil que la gente siga creyendo, por más a la derecha que se ubique, que la dirigencia de los azules puede llevar a algún buen puerto a esta ciudad.
Así las cosas, es muy probable que esta vez lo azules pierdan lo poco que hasta ahora han conseguido, es decir: Benito Juárez, y además de lo ya dicho, será necesario tomar en consideración nuevos factores presentes en la alcaldía.
Si bien es cierto que la demarcación mantiene su perfil clasemediero, también lo es que la construcción de complejos habitacionales con departamentos en renta le empieza a cambiar la cara al supuesto azul invencible.
Por lo pronto, además de lo que tengan que decir las autoridades sobre el vergonzoso acontecimiento, se debe sumar desde ya una explicación de los panistas, cuando menos a su comunidad.
Jorge Romero y Taboada tienen que pensar muy bien cuál es su futuro en las lides políticas, porque hasta hoy la cosa del mañana parece no favorecerlos; por el contrario, día con día nuevos datos, nuevos hallazgos sobre hechos de corrupción forman el relato de la desgracia de uno de los partidos con mayor prosapia en el país y en la ciudad. Lástima.
De pasadita
Desde una campaña urgente de vacunas en lo más difícil de la pandemia, hasta la pacificación de lugares tan peligrosos como Aguilillas, Michoacán, han mostrado el perfil de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.
Muy a su estilo, no se ha servido de la “politiquería” como su forma de trabajo. Para ella no hay reuniones secretas con empresarios ni acomodos silenciosos para manipular a la dirigencia de su partido, y aunque de eso no se hable en la Cámara de Senadores este miércoles cuando se pare frente a ellos, seguro son datos a tomarse en cuenta. Ya veremos.