Las fortunas más grandes de América Latina se han edificado desde la privatización de los bienes naturales comunes. Tan sólo la sequía, que tiene que ver con la fractura del ciclo hidrológico, tiene su origen en el saqueo del agua y su extracción, advirtió Rodrigo Mundaca, gobernador de Valparaíso, Chile.
La escasez se da en un modelo fraguado a expensas de las comunidades y territorios, por lo que “se deben recuperar los bienes naturales comunes, hacer del agua un bien común y derecho de la naturaleza”, sostuvo el político que ha enfrentado demandas en su país por señalar la corrupción en la gestión del líquido.
Advirtió que hay una institucionalidad vigente en gran parte de América Latina que impide avances en la regulación de los bienes naturales comunes, “el modelo de apropiación privada es un obstáculo”.
También se refirió a que la condición pandémica que se vive es antropogénica, tiene que ver con la destrucción de la biodiversidad, con el avance de monocultivos, la destrucción de la fauna y flora nativa con la conducta codiciosa de los seres humanos sobre el planeta.
Agrónomo, integrante del Movimiento de Defensores de Acceso al Agua, la Tierra y Protección del Medio Ambiente, de visita la semana pasada en la Ciudad de México, participó en el conversatorio Alternativas para la gestión equitativa y sustentable del agua en las metrópolis convocado por la Universidad Autónoma Metropolitana.
Ahí mencionó que “cuando se habla de agua, Chile en este tema es el ejemplo más nítido de su privatización y ejemplo de la gestión particular”. Data desde la dictadura, pues en el artículo 19 de su constitución está consagrado ese régimen y en 1997 se privatizó su gestión.
Dijo que actualmente con Agua Andina, que opera en Santiago propiedad de grupo Suez, y la empresa que opera en Valparaíso de empresarios de Ontario, Canadá, se pagan las tarifas más altas en América Latina por el servicio de agua potable.