En un contexto en el que el litio cobra cada vez mayor importancia para la transición energética global, China ha dado una serie de pasos que lo ponen a la cabeza de la carrera, pues además de controlar la mayor parte de la cadena de suministro del mineral, también es dueña de buena parte de los mayores yacimientos de América Latina.
Datos de mercado y de Fortune Business Insights revelan que China, por medio de tres compañías, controla importantes minas de litio en Argentina y Chile, dos de los países con los mayores recursos del mundo; además, recientemente se hizo del yacimiento de Sonora en México, considerado el más relevante del país.
El gigante asiático controla el mercado latinoaméricano por medio de tres compañías de alcance global: Ganfeng Lithium, Tianqi Lithium y Zijin Mining.
Su dominio en América Latina comienza en México, donde Ganfeng Lithium controla por completo el yacimiento de Sonora tras llegar a un acuerdo con Bacanora Lithium. Se trata, según Mining Technology, del mayor yacimiento mundial de litio en roca, y que según Bacanora tiene el potencial de producir hasta 35 mil toneladas de mineral al año.
Recientemente el gobierno mexicano nacionalizó la industria del litio, reservando para el Estado su exploración, explotación y comercialización; sin embargo, acotó que respetaría las concesiones que se dieron con anterioridad, siempre y cuando comprobaran que se encuentran en un momento cercano a la producción.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, México es el noveno país del mundo con los mayores recursos de litio, con 1.7 millones de toneladas.
Según el más reciente reporte del organismo público estadunidense, Bolivia es el país con la mayor cantidad de recursos de litio del mundo, con un total de 21 millones de toneladas, mientras en el segundo puesto se ubica Argentina, con 19 millones, y en el tercer puesto Chile, con 9.8 millones de toneladas.
Precisamente en estos dos últimos países, empresas Chinas tienen bajo su control importantes yacimientos del mineral.
Por ejemplo, en Argentina, Ganfeng Lithium tiene una participación de 51 por ciento en Minera Exar, cuyo principal activo es un proyecto valuado en 741 millones de dólares llamado Cauchari-Olaroz en la provincia de Jujuy.
Según sus estimaciones, antes de 2023 comenzará a operar con una capacidad de producir 40 mil toneladas de carbonato de litio para baterías.
En la mira, el mercado de autos eléctricos
La misma empresa es propietaria del proyecto de salmueras de litio y potasio Mariana, en la provincia de Salta, donde invertirá cerca de 600 millones en una planta que producirá 20 mil toneladas anuales de cloruro de litio.
Por si fuera poco, planea comprar el grupo minero argentino Lithea por 962 millones de dólares, y en Salta construirá una planta de 600 millones de dólares en el salar de Lullailaco, al tiempo que instalará una operación de carbonato de litio en el parque industrial Güemes.
En tanto, también en Argentina, Zijin Mining adquirió Neo Lithium para operar el proyecto Tres Quebradas. Asimismo, en marzo anunció una inversión de 380 millones de dólares para construir una planta refinadora de litio que producirá 20 mil toneladas a partir de 2023.
En Chile, Tianqi Lithium, uno de los principales proveedores de componentes para baterías de vehículos eléctricos, tiene 24 por ciento del productor local de litio SQM.
Según SQM, en 2021 la demanda de litio superó 500 mil toneladas, lo que significó un incremento de 55 por ciento frente a 2020. En este contexto, dijo, sus ventas se dispararon 144 por ciento, pues hubo un enorme crecimiento en el mercado de vehículos eléctricos.