La pelota que bateó Aaron Judge para llegar a su cuadrangular 62 con los Yanquis de Nueva York se cotiza en una fortuna. Una casa de subastas ofreció al afortunado poseedor 2 millones de dóla-res por esa bola que llegó a las gradas del Globe Life Field de Arlington, Texas, el pasado 4 de octubre. La que significó el jonrón 70 de Mark McGwire en 1998 alcanzó el precio récord de 3 millones.
Las pelotas que llovieron en los prados del Campo Marte en el Paseo de la Reforma durante el Home Run Derby en la Ciudad de México no valen fortunas, pero para los niños que se agolpaban para atraparlas tienen un significado más emotivo.
Jesús Rivas, joven de 17 años, atrapó con su guante una de las que se batearon la tarde de ayer durante la competencia, donde los Medias Rojas de Boston eliminaron a los Cachorros de Chicago, que contaron con el bateo del debutante de Grandes Ligas mexicano Esteban Quiroz. Más tarde, los Dodgers de Los Ángeles, con la leyenda Adrián González, avanzaron a la final tras vencer a Yanquis de Nueva York. Los patirrojos y los angelinos se enfrentaron por el título de este torneo que finalmente ganó el equipo de Boston con marcador 57 a 56.
“Ayer imaginaba que atraparía una pelota y hoy se me cumplió”, dijo el joven Rivas, enfundado en la casaca de los Padres de San Diego y quien juega como receptor en una liga de la Ciudad de México.
Los niños fueron los más divertidos. Había una gran presencia de niñas con guantes de guardabosques que corrían y luchaban ante las decenas que se disputaban las de cuero en los equivalentes al jardín derecho, central e izquierdo.
Mila, de siete años, llevaba un guante rosa. Lo primero que le dijo con emoción a su padre, Miguel Tafich, fue que había demasiadas niñas y mujeres. “Las niñas podemos atrapar pelotas en el beisbol”, le presumió.
Entre los numerosos niños uniformados por sus respectivos equipos de beisbol, algunos todavía jugaron en la mañana antes de venir al Home Run Derby, resaltaba un nutrido grupo vestidos de peloteritos provenientes de Veracruz, estado beisbolero como pocos.
Eran los Cañeritos de Yanga, “pueblo libre” presume uno de los padres que acompaña al contingente, por la mítica comunidad fundada por esclavos africanos en 1630, en lo que hoy es Veracruz. El equipo se organizó para visitar la Ciudad de México y disfrutar de leyendas como González y Quiroz.
En el plato, el dominicano Emmanuel Valdez impuso una marca ayer del Home Run Derby. En su turno sumó 29 puntos producto de 18 jonrones, más los que agregó por conectar en ciertos blancos y pelotas especiales. Un récord que inmediatamente alcanzó el mexicano González con Dodgers.