Ciudad de México. Cientos de personas con libros en las manos fue la escena permanente en la última jornada de la Feria Internacional del Libro (FIL) del Zócalo 2022, que concluyó este domingo después de unas 240 actividades distribuidas en 10 días.
La promotora cultural Marina Taibo, dijo a La Jornada: “el éxito es lo felices que están los lectores”; aunque dar cifras de asistencia y venta de libros “es imposible, puedo decir que me sorprendió mucho la cantidad de ejemplares que las personas se llevaron.
“No fue como en otras donde la gente ve toda la feria y luego se compra el ejemplar que quiere. Aquí están saliendo de las diferentes editoriales con muchos libros. Ese es uno de mis indicadores de que la gente está comprando mucho y están muy felices”, añadió la organizadora de este encuentro cultural.
Taibo adelantó que el próximo viernes reiniciará en Tultepec el programa El Zócalo cerca de ti, “que nos pidió desde el año pasado la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para que lleváramos a la periferia de la capital una probadita de lo que sucedió en esta feria”.
Durante la FIL del Zócalo destacó la asistencia multitudinaria al concierto del cineasta Emir Kusturica y su grupo No Smoking Orchestra, quien se despidió en México de los escenarios, y a la charla virtual del lingüista, filósofo y activista estadunidense Noam Chomsky. La feria contó con la participación de 460 escritores, analistas políticos y artistas de unos 14 países en un programa transmitido vía Intenret.
Al mediodía, mientras los campanarios de la Catedral Metropolitana eran rodeados de andamios, la plancha de Zócalo está cada vez más llena de visitantes y compradores de libros. El viento traía algunos enigmas escritos por Sor Juana Inés de la Cruz o las notas del son jarocho mientras familias tomadas de la mano o jóvenes trasegaban entre los pasillos.
En un espacio bajo la sombra alrededor de una mesa personas de la misma estirpe conversaban tras el paseo. El hombre mayor muestra sus ejemplares a los más jóvenes. Luego, uno de ellos toca estos libros abanico, amuleto o centro de cierto deseo mientras hablaba con el que posiblemente es su hermano, en ese día de letras y sol duro.
La integrante de la Brigada para Leer en Libertad relató que “esta es una feria en que se piensa primero en el lector, no en qué libros está empujando la editorial, entonces se arma un programa para que los lectores tengan un abanico de todo y una opción económica para todos los bolsillos. Esa variedad de precios, títulos, historias y géneros es lo que hace tan divertida y tan rica esta feria”.
Refirió que regalaron 10 mil libros de títulos como La revolución magonista, de Armando Bartra y Jacinto Barrera; una selección de artículos de la escritora Elena Poniatowska publicados en La Jornada y una edición especial por los 30 años de La peor señora del mundo, escrito por Francisco Hinojosa e ilustrado por Rafael Barajas El Fisgón.
También se obsequiaron el libro de ensayos Las sendas abiertas en América Latina y, este domingo, la novela gráfica Paz y rutina, de Gerardo Horacio Porcayo y Bernardo Fernández Bef. Todos los libros pueden ser descargados de forma gratuita en el sitio en https://brigadaparaleerenlibertad.com.
El último día de la FIL del Zócalo contó con cómic, cuentos para niños, novela, historia, la conversación Las mujeres en el movimiento social y una mesa sobre periodismo en redes sociales; así como las charlas sobre El gran incendio: la rebelión de Tehuantepec, el más reciente libro de Héctor Díaz-Polanco; la novela Fuego que no muere, de Claudia Marcucetti; El último metro, de Francisco Pérez Arce.
Taibo relató que este día se presentó “uno de los libros que más ganas le tengo en esta feria: Cometierra, de la argentina Dolores Reyes, que tiene que ver con una niña que está en un panteón y tiene una especie de trance en el que cuenta cómo murió esa persona en un país de desaparecidos como es Argentina. Me parece una historia verdaderamente brutal.
“Todos los que estamos de este lado somos súper lectores y cada uno tiene su hit de la feria. Eso hace muy rico de poder hacer una feria así, que al final todos los que estamos alrededor amamos los libros”, concluyó.