Tras la aprobación de la reforma que prorroga la participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública, el PRI en la Cámara de Diputados resaltó ayer que los gobernadores tienen que ponerse a trabajar y asumir la responsabilidad que les toca en el combate a la delincuencia, mientras Morena consideró que se dio un paso hacia la consolidación de la Guardia Nacional.
En corrillos en San Lázaro se interpretó el voto a favor de la minuta de tres perredistas de Michoacán cercanos al ex gobernador Silvano Aureoles como un intento del ex mandatario de detener las investigaciones que la Fiscalía General de la República sigue en su contra por presuntos hechos de corrupción, o la expresión de un acuerdo con el gobierno federal en ese sentido.
Contra esos planteamientos, el diputado Francisco Javier Huacus explicó que decidieron cambiar el sentido de su voto porque en Michoacán se requiere la presencia del Ejército ante los severos problemas de inseguridad.
El 14 de septiembre pasado, los diputados Huacus y Macarena Chávez votaron en contra de la iniciativa del PRI de ampliar de 2024 a 2028 la intervención militar en seguridad pública, mientras Mauricio Prieto estuvo ausente del pleno. El 12 de octubre decidieron avalar la propuesta que había modificado el Senado, pese al llamado de su dirigente nacional a no traicionar la posición institucional del partido.
Por su lado, la morenista Inés Parra, quien sufragó en contra y en oposición a la mayoría de sus correligionarios, calificó la reforma de militarista.
Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, señaló, por otra parte, que con la aprobación del documento se deja abierta la puerta para que se haga uso de la fuerza armada para enfrentar el crimen. Pero los gobernadores de todos los partidos tienen que asumir su responsabilidad y ponerse a trabajar.