Washington. El gobierno de Estados Unidos informó ayer que la emergencia de salud pública por el covid-19 continuará en vigor hasta el 11 de enero de 2023, pues se prevé que los casos aumenten en invierno.
La decisión fue dada a conocer en un mes en que la pandemia ya no está en la mente de mucha gente. Las muertes diarias y las infecciones están cayendo, y las personas –muchas de ellas sin cubrebocas– están regresando a las escuelas, el trabajo y las tiendas como se hacía antes.
La emergencia de salud pública, declarada inicialmente en enero de 2020 y renovada cada 90 días, cambió drásticamente la forma en que se proporcionan los servicios de salud. La declaración permitió la autorización de emergencia de las vacunas, las pruebas diagnósticas y los tratamientos contra el covid-19 gratuitamente. Expandió la cobertura del programa Medicaid a millones de personas, muchas de las cuales pueden perderla una vez que concluya la emergencia.
Desde el comienzo de este año, los republicanos han estado presionando al gobierno para que ponga fin a la emergencia de salud pública. El presidente Biden, por su parte, ha exhortado al Congreso a proveer miles de millones de dólares adicionales para ayudar a pagar por vacunas y pruebas diagnósticas para el coronavirus.
La pandemia ha provocado a nivel global más de 6 millones 564 mil decesos y los casos registrados superan 623 millones 687 mil, según la Universidad Johns Hopkins.