Ciudad de México. La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) consideró que la anuencia del gobierno mexicano a aceptar a las personas de Venezuela expulsadas por Estados Unidos bajo el Título 42 “demuestra una vez más su voluntad de cumplir las órdenes” de ese país en materia de aplicación de la legislación migratoria, “incluso a expensas de la seguridad y el bienestar de los migrantes y solicitantes de asilo”.
Indicó que la respuesta del gobierno de Joe Biden a las “cifras récord” de personas migrantes y refugiadas venezolanas, busca reducir los números “a toda costa en lugar de adoptar medidas para reabrir la frontera y permitir a estas personas acceso al asilo u otras formas de protección”.
En un comunicado, refirió que el Título 42 es una medida puesta en marcha por la administración del ex presidente Donald Trump —supuestamente para limitar la propagación del covid-19— que el gobierno de Biden intentó suspender en mayo, pero que sigue vigente debido a una orden judicial que permite a las autoridades estadunidenses expulsar rápidamente a las personas migrantes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras de vuelta a territorio mexicano. “A menudo, estas expulsiones niegan a las personas migrantes el derecho a pedir asilo en Estados Unidos”, agregó.
WOLA señaló que el impulso de la administración estadunidense para incluir a las personas venezolanas en el Título 42 se debe al fuerte aumento de sus llegadas a la frontera entre Estados Unidos y México. “Las autoridades fronterizas estadunidenses habían encontrado 153 mil 905 personas de Venezuela durante los primeros 11 meses del año fiscal 2022 (octubre de 2021 a agosto de 2022), y el comunicado de prensa del DHS reveló que 33 mil más llegaron en septiembre”.