Roma. El nuevo Parlamento de Italia se instaló este jueves tras la victoria de la extrema derecha en las elecciones de septiembre, en una jornada marcada por las divisiones internas frente a la formación del Ejecutivo que será liderado probablemente por la posfascista Giorgia Meloni.
El ultraderechista Ignazio La Russa, eminencia gris de Meloni, fue elegido presidente del Senado, una votación de la que no participaron los senadores del partido del anciano magnate Silvio Berlusconi, Forza Italia, una de las formaciones de la coalición vencedora.
Las divergencias con el multimillonario, que regresa después de nueve años al Senado tras su expulsión por problemas judiciales, han generado todo tipo de reacciones y sospechas.
En un comunicado de prensa, publicado después de la votación, el magnate, de 86 años, cuyo partido obtuvo el 8% de los votos, expresó "gran malestar por los vetos de los últimos días ante la formación del nuevo gobierno".
El malestar fue captado además por las cámaras de televisión que filmaron la acalorada discusión entre Berlusconi y La Russa poco antes de la votación.
El nuevo presidente del Senado, entre los fundadores del partido posfascista Hermanos de Italia, obtuvo de todos modos 116 votos a favor por encima de los 104 necesarios. Muchos se interrogan ahora acerca de quiénes garantizaron su elección.
"Han elegido a un patriota", reaccionó Meloni.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados será elegido el viernes tras complejas negociaciones entre las fuerzas de la coalición vencedora formada por Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia) de Meloni, que obtuvo el 26 % de los votos, la Liga antiimigración de Matteo Salvini y el conservador Forza Italia de Berlusconi, las dos con menos del 10%, pero claves para garantizar la mayoría.