Pese a las considerables minusvalías que registran –principalmente en economías desarrolladas–, los mercados de bonos gubernamentales no están en crisis, por lo que la Reserva Federal (Fed) no cambiará sus planes de enfriar la demanda, en aras de combatir la elevada inflación en Estados Unidos, prevén analistas económicos.
Como ejemplo, la agitación del mercado de bonos en Reino Unido ha provocado que los papeles del gobierno que vencen en 2061 cotizaban a 97 centavos por dólar en diciembre; 58 centavos en agosto y tan solo 24 centavos en las últimas semanas.
En Estados Unidos los bonos han perdido 15 por ciento y los de Alemania 50 por ciento en lo que va del año.
Ha habido importantes minusvalías, principalmente en países desarrollados como en Estados Unidos y Europa, no tanto en México, donde también se han visto pérdidas, pero no de los niveles de los países industrializados, describió Luis Gonzalí, codirector de inversiones en Franklin Templeton.
El pesimismo sobre la evolución del crecimiento económico mundial vuelve a jugar a favor del dólar. La previsión de mayores alzas de tasas ocasionan nuevas ventas en el mercado de deuda, y estas desinversiones elevan un punto más el interés de los bonos, que evoluciona de manera inversa a su precio.
La rentabilidad exigida al bono estadunidense a 10 años se volvió a acercar al nivel de 4 por ciento, en zona de máximos de 2010, pero regresó a niveles de 3.902 por ciento. En Europa, los intereses de la deuda también se adentran en zona de máximos. El bund alemán superó 2.3 por ciento.
El mercado de bonos eclipsa al mercado accionario; ambos han caído este año, aunque el aumento de las tasas de interés ha sido peor para los inversionistas en bonos, debido a la relación inversa entre las tasas (rendimientos) y los precios.
De acuerdo con Janneth Quiroz, subdirectora de estudios económicos de Monex, el mercado de bonos, ha registrado movimientos importantes, pero no presenta una crisis.
El aumento de la aversión al riesgo de los inversionistas también les está afectando mucho. El diferencial de la deuda soberana de alto rendimiento en dólares con respecto a los bonos de Estados Unidos es ahora de más de 10 puntos porcentuales, el doble que durante la mayor parte de la última década.
Pese a ello, Quiroz asevera que la Reserva Federal no bajará el ritmo de incremento de tasas de referencia, pues su objetivo de bajar y llevar la inflación a su objetivo es uno de sus principales mandatos, para la reunión del 2 de noviembre se espera un aumento de 0.75 puntos porcentuales.