Santa Lucía del Camino, Oax. Trajes típicos de cada región del país, música tradicional mexicana, olores que van del café al chocolate y del mezcal al tequila, envuelven la cuarta edición del Tianguis de Pueblos Mágicos que en esta ocasión se realiza en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, una ciudad que se caracteriza por su arquitectura, paisajes, gastronomía, colores y tradiciones.

El tianguis tiene como objetivo promover dichas localidades con las empresas del sector turístico, también proyectarlas al mercado internacional y que las costumbres mexicanas atraviesen las fronteras.

El lugar está divido en dos secciones: el área de exposición para los 132 Pueblos Mágicos, en donde se encuentran a la venta productos típicos de cada comunidad, que pueden ir desde dulces típicos, como rollos de guayaba, hasta trajes regionales o productos como las guitarras de Paracho, Michoacán, o chicles y escapularios de Talpa de Allende, Jalisco.

A las afueras del recinto se encuentra el área de comida, donde predomina la gastronomía de Oaxaca. Se trata de un comedor que aglutina una amplia gama de aromas: mole de diversos tipos y colores, tlayudas, empanadas de amarillito, cochinita a la cubana y hasta cervezas artesanales.

La entrada al tianguis es gratuita para el público y los turistas pueden realizar reservaciones para los diversos pueblos mágicos.

Por los pasillos de la exposición se escuchan los mariachis y bandas regionales, también caminan personas disfrazadas de catrinas o tribus y las llamadas “Reinas” y “Señoritas” que invitan a conocer su Pueblo Mágico. En medio de ese ambiente festivo, destaca la presencia de Ivett Morán, esposa del gobernador de Oaxaca.

Los comerciantes se las ingenian para vender sus productos, pues al carecer de terminales para cobrar con tarjetas bancarias, aceptan transferencias.

Hay algunos pueblos que ya son referentes, pero el encuentro resulta perfecto para dar a conocer otros como Tlayacapan, Morelos; Todos Santos, Baja California Sur; Pahuatlán o Palizadas, Campeche; donde los promotores son sus mismos habitantes.