Este 12 de octubre integrantes de diversos pueblos y comunidades originarias y agrupaciones civiles y sociales señalaron que “no hay nada qué celebrar”, sino que por el contrario es un “día de lucha y resistencia” en defensa de su cultura y recursos naturales y en tal sentido expresaron su repudio a la militarización.

En la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas Samir Flores Soberanes, ex INPI, María de Jesús Patricio (Marichuy), vocera del Consejo Indígena de Gobierno (CIG), llamó a “articular las fuerzas” para proteger los territorios y recursos, en contra de los megaproyectos y de la militarización.

Previo a la marcha que numerosos colectivos, agrupaciones, comunidades indígenas, estudiantes y defensores de derechos humanos realizarán esta tarde del Ángel de la Independencia al Zócalo, refirió que “a la tierra, al agua le han puesto un precio, por eso los están cediendo a los megaproyectos; por eso están buscando a toda costa exterminar a nuestra comunidades, y así con toda la libertad apoderarse de esas riquezas, y no les importa que esto trae la muerte”.

Añadió que la “destrucción favorece al gran capital. Para que haya ese despojo tiene que haber alguien que ceda esas riquezas, por eso decimos que no ha habido cambio, todo sigue igual”.

Sostuvo que desde los gobiernos “no va a venir ese cambio, y nos toca a los pueblos esa construcción que garantiza la vida para todos y todas”.

Agregó que con la finalidad de arrebatar los recursos, “están militarizando al país, porque no hay voluntad ni interés de salvaguardar la vida. Pero no solo es la guerra con las armas, sino con los programas que implementan y que buscan engañar para poder aprovecharse de esas riquezas. Esta guerra no la quieren los pueblos, no la quiere Mexico, no la necesita. Quieren solucionar a través de la guerra y la militarización, pero las comunidades se organizan para defender su tierra y la vida”.

En el mismo sentido, otros participantes en el encuentro expusieron que “no queremos militares en nuestros pueblos, no queremos policías que nos hostiguen. No queremos esas armas que traen para matarnos. Hoy lo ilegal lo están haciendo legal”.

Vicente Paredes, de Mezcala Jalisco, indicó que “hoy no se celebra nada”, porque esta fecha solo recuerda “la destrucción de nuestros pueblos”.

Mario González, padre de César González Hernández, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, refirió que “no es posible que nos hayan desestimado 16 órdenes de aprehensión de elementos del ejército que estuvieron el ahí donde fueron atacados” sus hijos.

“No se ha podido llegar a la verdad, no se ha querido llegar a la verdad”.

Como víctima, repudió “la militarización que ya se lleva a cabo y en el país”, porque “ellos son uno de los principales actores en las desapariciones forzadas, en la represión”, además de que “no tienen educación para andar en las calles haciendo labores policiacas”.