Bacalar, QR., El misterio del origen de la dinastía Kaanu’l (Serpiente), una de las más poderosas en la historia maya y su extendido dominio en la región, comienza a develarse a partir de los datos obtenidos recientemente en el asentamiento casi desconocido de Ichkabal, cercano a Bacalar, Quintana Roo.
La arqueóloga Sandra Balanzario explicó a La Jornada que esos gobernantes conquistaron muchos pueblos, entre ellos Tikal, ciudad a la que mantuvieron sometida por 150 años en el periodo Clásico.
“En Dzibanché hay monumentos o representaciones de personas cautivas, las cuales narran que fueron capturadas por el gobernante Kaanu’l”, relató la especialista.
Se creía que el origen de los reyes Serpiente estaba en El Mirador, Guatemala, pero “ahora con Ichkabal y el dato de que está conectada con Dzibanché de manera tan cercana, podemos pensar que aquí surgieron”.
Añadió que la referida dinastía “mantuvo el poder hasta el año 650 de nuestra era. Parte de la familia se separó y vivió en Calakmul y otra en Dzibanché. Fue desde Calakmul donde se planearon las conquistas de los alrededores”.
En un artículo de National Geographic, fechado en septiembre pasado, se describen los flamantes hallazgos sobre el imperio perdido de los gobernantes Serpiente del mundo maya, cuya existencia era desconocida hasta hace unas décadas.
A partir de la antigua ciudad de Holmul, en Guatemala, las investigaciones siguen la pista del enconado enfrentamiento de dos ciudades por el dominio de la región: Tikal y Calakmul.
La conquista de una de ellas concretó la existencia de lo más parecido a un imperio dentro de la historia maya, bajo el mando de los gobernantes de la dinastía Kaanu’l o Cabeza de Serpiente.
La revista especializada sostiene: “Nadie sabe con certeza de dónde vinieron; no hay pruebas de su gobierno en Calakmul antes del año 635. Algunos expertos piensan que cientos de años antes del periodo Clásico iban de un lugar a otro, creando una megaciudad tras otra. Pero no son más que conjeturas. Los primeros glifos de serpientes claramente identificables parecen ser los hallados en Dzibanché, una urbe del sur de México, 125 kilómetros al noreste de Calakmul”.
Sin embargo, puntualiza la publicación, la idea de la creación de un imperio “es controvertida entre los arqueólogos especializados en la cultura maya. Para muchos, el concepto es inverosímil desde el punto de vista cultural y geográfico.
“En el caso de la dinastía Serpiente, es difícil no ver un patrón expansionista. Forjaron alianzas con las ciudades más grandes del este, conquistaron las del sur y establecieron relaciones comerciales con pueblos del norte.”