La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que ayer desplegó más de 300 efectivos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional (GN) en los municipios de Jiquipilas, Cintalapa y Arriaga, Chiapas, luego de que el domingo y el lunes se suscitaron enfrentamientos entre dos cárteles rivales y posteriormente entre éstos y fuerzas federales de seguridad.
En un comunicado, señaló que el propósito es “reforzar las actividades de las corporaciones de seguridad pública locales ante la situación de violencia generada por la delincuencia organizada”.
Explicó que las acciones, que forman parte del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 del gobierno federal, las realizará la Fuerza de Tarea Regional de la Séptima Región Militar.
“Se intensificará la coordinación con el gobierno del estado y la Fiscalía General de la República (FGR), así como con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, para evitar actos delictivos en los citados municipios”, apuntó.
La Sedena anunció el inicio de las operaciones de los más de 300 elementos luego de la refriega entre presuntos integrantes de los cárteles Jalisco Nueva generación y de Sinaloa, y un choque posterior con fuerzas de seguridad pública, que ocasionaron terror y zozobra la noche de domingo y el lunes en Jiquipilas. En el enfrentamiento tres militares fueron heridos.
Detenidos siguen rindiendo declaración
El comandante de la 36 Zona Militar, Miguel Ángel Hernández Martínez, indicó que el lunes “se inició con patrullajes en las colonias y caminos de primer, segundo y tercer órdenes para mantener la seguridad en dichos municipios”.
Luego de dar banderazo de salida oficial de las operaciones, en la sede del 100 Batallón de Infantería, el ejido Chiapas Nuevo, de Jiquipilas, detalló que además de soldados y agentes de la GN, entre los 300 uniformados participan elementos de la FGR y su par chiapaneca, así como policías estatales y municipales.
En tanto, 15 personas detenidas tras las refriegas continuaban declarando en las oficinas de la delegación estatal de la FGR.
La Sedena decomisó 14 armas largas, 100 cargadores y aproximadamente 3 mil cartuchos.
(Con información de Gustavo Castillo)