Melbourne. El serbio Novak Djokovic quiere participar en el Abierto de Australia, pero depende de él “resolver la situación” con el gobierno, dijo ayer el responsable del torneo Craig Tiley. La última edición de este Grand Slam quedó ensombrecida por una trifulca legal entre las autoridades y Djokovic, que terminó con la deportación del tenista por no estar vacunado contra el covid-19. El nueve veces campeón del torneo recibió una prohibición de tres años para entrar al país, aunque esta puede ser revocada por el nuevo gobierno. “Dijo que, obviamente, le encantaría volver a Australia, pero sabe que será una decisión de las autoridades”, explicó Tiley al periódico The Age.