Para Demián Bichir, el reto más grande de la humanidad es la migración de los que “han tenido las agallas de dejar su cultura, su país, sus familias, amigos e incluso arriesgar la vida”.
El actor y productor, quien sabe lo que significa emigrar, es una “especie de vocero” de millones de indocumentados en Estados Unidos, pues trabaja de cerca con la Unión de Libertades Civiles para lograr, finalmente, la consumación de una reforma migratoria, prometida por varias administraciones, y que no ha llegado. “Es tiempo de rendirles tributo, agradecerles y tenerles respeto por todo lo que hacen por la economía y la sociedad” de ese país, expresó Bichir en entrevista con La Jornada.
El actor charló a propósito del estreno, el 21 de octubre, de la serie Déjame entrar (Let The Right One In, Paramount+ en Latinoamérica), de la que es protagonista y productor. “Es una versión poderosa, pues es una adaptación que tiene valores que van más allá del sólo entretenimiento del género y la fantasía de los vampiros”.
De 10 episodios, la serie está inspirada en la película, de 2008, Criatura de la noche, de Tomas Alfredson, la cual, a su vez, se basó en la novela homónima sueca de John Ajvide Lindqvist.
En el programa, Bichir encarna a Mark Kane, padre de la pequeña Eleanor (Madison Taylor Baez); ambos llegan a Nueva York con la esperanza de encontrar una cura para una afección rara que padece la niña, situación que lo obliga a hacer cualquier cosa por conseguir sangre. Encerrada a los 12 años, quizá para siempre, vive alejada del mundo, sólo sale por la noche.
En este sentido, destacó Bichir, es valioso que el creador Andrew Hinderaker ubicara en los protagónicos a mexicanos e inmigrantes. Acerca de su papel, comentó: “Hay líneas que los seres humanos nunca imaginamos cruzar, hay fronteras y actos que jamás pasa por nuestra mente realizar; pero la razón más poderosa por la cual Mark decide traspasar esas fronteras es porque no quiere que su hija lo haga y está dispuesto a cometer los pecados más atroces con tal de protegerla. Esa es la única forma de mantenerla a salvo y en este espiral de acontecimientos nadie se salva”.
La historia, precisó, “me emocionó mucho, sobre todo, el que hubieran decidido que los protagonistas fueran mexicanos en un país donde las series son dominadas por anglosajones, otros razas o nacionalidades o básicamente estadunidenses, pero no mexicanos y esto, desde mi punto de vista, abre posibilidades más elevadas para reconocernos en este gran fenómeno de la migración”.
Pensar y hablar distinto en EU, pretexto para relegar
Con esa analogía, empieza la serie, pues los personajes están “huyendo y constantemente tienen la necesidad de encontrar un centro y no lo consiguen; entonces en un planeta y, sobre todo, en un país como Estados Unidos, donde ser diferente, pensar y hablar distinto es siempre un reto que la gente ignorante utiliza para relegarte, excluirte, encapsularte e intentar minimizarte”.
En torno a la trama, el actor retomó: “El gran giro que tiene esta adaptación es buscar la cura para que la niña vuelva a ser humana, para que deje de ser vampiro y en este tránsito de la historia, me parece que hay muchos aciertos que se ven en las diferentes capas de subtramas, así como la aparición de personajes que no existen en la novela o en la película. Hinderaker ha dicho que es una carta de amor a la cinta; además otro reto fue extender a 10 episodios, dos horas de un largometraje”.
Demián Bichir quien ha alzado la voz en pro de la paz, justicia y dignidad de los pueblos indígenas y manifestado su apoyo a la Cuarta Transformación, sostuvo: “Mira, desde un principio dije que es muy difícil levantar un lodazal de cinco décadas; ni siquiera un hombre tan íntegro como Andrés Manuel (López Obrador) puede hacerlo como por arte de magia. Es una labor de todos los mexicanos y uno de los grandes retos es precisamente unirnos, unificarnos y terminar con el encono”.
Después, prosiguió, “hay demasiados temas pendientes; uno de ellos es, precisamente, cómo proteger a la comunidades zapatistas desplazadas en Los Altos de Chiapas, que en vez de despertar con el sonido de los pájaros lo hacen con el sonido del plomo.
“Siempre he dicho que esto no se puede resolver en un sexenio, pero lo importante es que se logre sea suficiente razón para los futuros votantes y confíen en esta revolución que ha sido pacífica, puesto que alguna vez tendríamos que sembrar esta semilla y es un momento crucial para hacerlo. Tenemos que deshacernos de la cultura del menor esfuerzo, en la que todo mundo se agandalla de todo mundo, eso se tiene que terminar; tenemos una misión importante y es individual, ni siquiera un hombre íntegro como Andrés Manuel puede poner un vigilante a cada mexicano para que haga lo correcto.”
Acerca del legado del recién fallecido cineasta Jorge Fons, con quien filmó Rojo amanecer, Demián Bichir destacó: “Mira, lo hemos comentado mucho con amigos, mis hermanos y padres; es de los grandes amigos, muy querido, un ser maravilloso, los que tuvimos la fortuna de conocerlo, pero además fue un artista colosal”.
Destacó: “Siempre pienso que una gran tragedia es cuando una vida se trunca, pero cuando una es tan rica como la de un artista del tamaño de Jorge Fons, hay que celebrar su muerte como se hace con su vida. Después de haber dejado un legado de esta naturaleza yo celebro su vida. Me dolió mucho su partida, pero nos encontraremos –espero no tan pronto– todos en una gran fiesta, para hacer cine en otro lado, en un sitio mejor. Definitivamente ver su cine es la mejor forma de recordarlo con cariño”.
Rojo amanecer, puntualizó el actor, “es pieza fundamental en el resurgimiento del cine, además fueron artífices totales Sofía Álvarez, Héctor Bonilla y Jorge Fons; a partir de ahí, vimos luz a través de un túnel que había estado oscuro durante mucho tiempo”.