Washington. La nave espacial Dart logró cambiar la órbita el asteroide Dimorphos, informó la NASA ayer al dar a conocer los resultados de la prueba, que efectuó hace dos semanas para ver si en el futuro una roca peligrosa podría apartarse del camino de la Tierra.
Es la primera vez que la humanidad modifica deliberadamente el movimiento de un objeto celeste y la primera demostración a gran escala de la tecnología de desviación de asteroides, explicó en la presentación de resultados de la misión Bill Nelson, administrador de la NASA.
El equipo de investigación confirmó que el impacto de la nave espacial alteró la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en 32 minutos, acortando la órbita de 11 horas y 55 minutos a 11 horas y 23 minutos. Esta medida tiene un margen de incertidumbre de aproximadamente más o menos 2 minutos.
Ya se habría “considerado un gran éxito si (la nave) sólo hubiera reducido la órbita en unos 10 minutos, pero en realidad la disminuyó en 32”. Con esta misión “le demostramos al mundo que la NASA es seria como defensora de este planeta”, agregó Nelson.
Es “un momento decisivo para la defensa planetaria y determinante para la humanidad”, señaló.
Se necesitaron noches consecutivas de observaciones con telescopios desde Chile y Sudáfrica para determinar cuánto alteró el impacto la trayectoria del asteroide de 160 metros alrededor de su compañero, mucho más grande.
El objetivo es relativamente modesto en comparación con los escenarios de películas de ciencia ficción como Armageddon, pero se trata de una misión sin precedente de “defensa planetaria”, que prueba esta técnica por primera vez.
Dart cavó un cráter en Dimorphos el 26 de septiembre, arrojando escombros al espacio y creando un rastro de polvo similar a un cometa que se extiende varios miles de kilómetros.
Después los telescopios James Webb y Hubble –los observatorios espaciales más potentes– revelaron detalles del impacto de la nave espacial de la NASA, dejando a la vista la materia arrancada del astro.
Todo esto debería permitir comprender mejor la composición de Dimorphos, ejemplo de asteroides bastante frecuentes, y por tanto medir el efecto exacto que esta técnica, llamada impacto cinético, puede tener sobre ellos.
Las imágenes de Dimorphos, tomadas poco antes del impacto, muestran que su superficie es gris, rocosa y con forma de huevo.
Se han catalogado casi 30 mil asteroides de todos los tamaños en las inmediaciones de la Tierra pero ninguno representa una amenaza para nuestro planeta en los próximos 100 años, a no ser que no se tenga conocimiento de todos.
Casi todos los de un kilómetro o más han sido localizados, según los científicos. Pero estiman que sólo conocen alrededor de 40 por ciento de los asteroides que miden 140 metros o más, aquellos capaces de devastar una región entera.