En México, 70 por ciento de las personas que necesitan atención a la salud mental no la reciben, lo que en el periodo poscovid adquiere mayor relevancia por el aumento de casos de depresión, ansiedad, trastornos del sueño e ideaciones suicidas, advirtió María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En conferencia, en el Día Mundial de la Salud Mental, la especialista señaló que esta es una problemática global. Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos se estima que las enfermedades de este tipo provocan pérdidas en las naciones equivalentes a 4 por ciento del producto interno bruto.
La mayor parte de las minusvalías se dan en el campo laboral porque individuos con depresión asisten a sus trabajos pero no son productivos (presencialismo).
Medina Mora comentó los resultados de un estudio para indagar sobre la salud de estudiantes, personal docente y administrativo de la máxima casa de estudios: se encontró que la mitad de los alumnos de bachillerato y licenciatura presentaron ansiedad, y un tercio sufrió depresión.
Durante la primera etapa de la pandemia de covid-19, todos los sectores de la máxima casa de estudios reportaron preocupación, en tanto que se observó un aumento en el consumo de alcohol en 13.6 por ciento de los estudiantes que solicitaron ayuda en la UNAM.
Ahí también se observó que entre quienes pidieron apoyo profesional, 2.6 por ciento comentaron haber tenido la idea de quitarse la vida.
Medina Mora resaltó que los problemas de consumo nocivo de bebidas alcohólicas y la ideación suicida encontrados en la UNAM son menores respecto de otras universidades, pero en ambos casos aumentó su frecuencia a partir de la pandemia de covid-19. Puntualizó que los datos corresponden a las personas que solicitaron se atendidos por un sicólogo.
También destacó que existe una serie de obstáculos para que los pacientes reciban la atención médica necesaria: 90 por ciento de los casos no se atienden porque creen resolver el problema solos o por sentir pena de expresar lo que sienten. Otros no sabían a dónde acudir.
Aludió que se requiere una mayor inversión económica en el país, que actualmente destina 2 por ciento del presupuesto del sector, y en su mayor parte se utiliza en los hospitales siquiátricos para pacientes asilados.
Se pronunció por continuar con la reforma en los servicios de patologías mentales y, entre otras medidas, ampliar la capacidad desde el primer nivel de atención.