Ciudad de México. Si existe un acuerdo entre el gobierno de Zacatecas y Estados Unidos para el uso de agencias de ese país en el combate a la inseguridad en la entidad sería ilegal, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque acotó: “No vamos a hacer un escándalo… no hay que hacerlo grande”.
En la mañanera de ayer, el mandatario consideró que en este caso no hubo injerencia del embajador estadunidense en México, Ken Salazar, por lo que no habrá extrañamiento diplomático a la Casa Blanca. “Esto es un asunto de otro tipo y no vamos a pelearnos, tenemos que actuar con criterio y no pelearnos, buscar buenas relaciones”, enfatizó.
Como consignó La Jornada, la semana pasada el gobernador de Zacatecas, David Monreal (Morena), y Salazar abordaron temas de cooperación para “recuperar la paz” en ese estado y “combatir a las bandas del crimen organizado”, con la participación de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), la agencia antidrogas (DEA), la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia (INL) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Al respecto, López Obrador apuntó: “Es una declaración. Nosotros tenemos confianza en el embajador. Es parte de lo mismo, es la temporada (electoral en Estados Unidos) y se declaran cosas, pero no pasa a mayores si no hay nada escrito, convenido. Es importante que todos sepamos, porque estos hechos ayudan a ir transmitiendo información, a que todos tengamos conocimiento de lo que dicen nuestras leyes”.
Recordó que según el artículo 89 de la Constitución, la política exterior de México corresponde al titular del Ejecutivo federal, mientras el 117 establece que los gobiernos estatales no pueden celebrar alianzas, tratados o coaliciones con otro Estado ni con potencias extranjeras.
Subrayó que el gobernador Monreal deberá analizar si se desiste de sus intenciones.
Se metían sin pedir permiso
–Lo que se haya hablado o alguna cooperación, ¿no vale? –se le preguntó.
–No. O sea, es que es muy claro, pero le tenemos confianza a Ken Salazar, que está visitando los estados, y hay buena relación con el gobierno de Estados Unidos –respondió el jefe del Ejecutivo federal.
–¿Ya habló con el gobernador?
–No, pero creo que él lo sabe.
–Pero es un acuerdo –se le insistió.
–Sí, no hay que hacerlo grande, es un pronunciamiento –acotó el mandatario.
–¿Sería ilegal este acuerdo verbal?
–Sí, o sea, pero ni modo que vamos a hacer un escándalo, no… Eso (capacitación a policías) no se suscribió, no está aceptado por las partes, entonces no es un hecho.
–¿Es injerencia? –se le volvió a interrogar.
–Consideramos que no. Es que a veces no se conocen bien las leyes, o como había la mala costumbre de que antes se metían sin pedir permiso, para nada, quedan esas inercias –dijo el Presidente.
–¿El gobernador debe desistirse de ese acuerdo?
–Pues sí, pero que él lo decida, nosotros tenemos nuestra postura, que ya expuse.
–¿Hay alguna connotación política debido al origen del gobernador?
–Siempre que hay algo de este tipo hay que pensar en no engancharnos, en no caer en ninguna provocación –contestó.
López Obrador refirió que este asunto no tiene nada que ver con el operativo Rápido y furioso, firmado durante el sexenio de Felipe Calderón (que su administración ha considerado injerencista y violatorio de la soberanía).
“Esto es un asunto de otro tipo y no vamos a pelearnos. Tan es así que el jueves van a participar en Washington los miembros del gabinete de seguridad de México con sus homólogos en Estados Unidos para tratar asuntos de cooperación en la materia.”
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