Hoy no hablaremos de una efeméride. Se trata de colocar un crudo retrato de la actual guerra contra los pueblos indígenas, de sus resistencias, de las divisiones que sufren, la mayoría de ellas promovidas desde factores reales de poder, Estado y demás implicados, llámense empresas o redes criminales, esperando que se active la vieja narrativa del “conflicto intracomunitario”. En suma, a grandes pinceladas dibujaremos el impacto de la militarización cotidiana de “carne y hueso” que sufren los pueblos, con el despliegue de guardias y cuarteles en sus territorios, convertidos en escenarios de enfrentamientos, reales y supuestos, con el llamado crimen organizado, cuyo alfabeto es muy conocido.
Mañana se realizará una marcha en la Ciudad de México, como parte de la “acción global contra la militarización y la guerra capitalista y patriarcal hacia los pueblos de todo México y del mundo, hacia el EZLN y las comunidades zapatistas y hacia los pueblos originarios de México”, convocadas, acción y marcha, por el Congreso Nacional Indígena (CNI). Bien lo señaló en su aniversario 26: “A 530 años de la mal llamada conquista de América, nosotras y nosotros no tenemos nada qué celebrar, que no sean la resistencia y la rebeldía de los pueblos originarios y de la humanidad entera”.
El antecedente inmediato de estas convocatorias fue la reunión ampliada de la Comisión de Coordinación del CNI en la casa de los pueblos Samir Flores Soberanes, Ciudad de México, el pasado 24 de septiembre, con la participación de integrantes organizados de los pueblos maya, rarámuri, otomí, nahua, mixteco, chontal, mazateco, chinanteco, náyeri, tepehuano, totonaco, zoque, purépecha, mazahua, zapoteco, coca, mayo y yaqui de los estados de Campeche, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Chihuahua, estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Veracruz y Yucatán. También fueron invitados espacios que acompañan el caminar del CNI, como el colectivo Llegó la Hora; la Coordinadora Metropolitana Anticapitalista; la Red Universitaria Anticapitalista; Mujeres y la Sexta; Red MyCZ; el Frente del Pueblo Resistencia Organizada; la Red de Apoyo Iztapalapa Sexta; la Organización Popular Francisco Villa de Izquierda Independiente; el Colectivo Grietas del Norte; Tejiendo Organización Revolucionaria; Doce Pueblos de Tecamac; Partido de los Comunistas; Coordinación de Pueblos, Barrios y Colonias de Xochimilco, y la Coordinadora de Colonias de Ecatepec. Asimismo, se escuchó y respaldó la palabra de los padres de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero.
Dicha reunión compartió testimonios, región por región, de graves problemas comunes, que retratan el escenario de guerra que viven, como la dificultad para ampliar la participación ante el impacto de los programas de gobierno; insistieron que en especial Sembrando Vida, opera como si se tratara de asalariar el trabajo del campesinado y les lleva incluso a deforestar para acreditar.
El Tren Maya se acepta en muchas ocasiones por el empleo que ofrece sin información sobre el sentido del proyecto y sus efectos, incluso a corto plazo, por ejemplo, con la especulación de tierras. Hay un vínculo de la violencia, en todas las regiones ante el crecimiento del crimen organizado y el narco. También destacaron la afectación a los jóvenes en las redes de consumo, En ese sentido se naturaliza la necesidad de presencia militar independientemente de su eficacia. Las organizaciones que integran el CNI han realizado movilizaciones significativas como la Caravana por el Agua que duró 34 días y dentro de todo han logrado desplazar a Bonafont y, la lucha contra los megaproyectos como la minería en Tetlama, en Cuentepec, Morelos. Destacaron la contaminación del agua y las nuevas formas de presión donde les piden que demuestren que son pueblos originarios. La destrucción de bosques con grupos armados y asesinato de líderes comunitarios. Muy grave el desarme de las guardias comunitarias en la Costa Chica de Guerrero y ahora la amenaza en Ostula que se está defendiendo jurídica y políticamente. Las autodefensas son indispensables para la autonomía. Día con día las agresiones y conflictividad no se detienen, sólo la semana pasada 138 indígenas tsotsiles del ejido Santa Martha, municipio de Chenalhó, Chiapas, huyeron de la violencia que ha generado un conflicto interno por tierras.
Ante esta guerra, el Estado sólo garantiza la impunidad, no se tiene un ejemplo donde alguno de los tres niveles de gobierno intervenga en favor de los pueblos y cuando lo anuncia, hay que esperar la prueba de los hechos. A 26 años de la fundación del Congreso Nacional Indígena, se confirma el planteamiento zapatista de que la lucha es por la vida y el CNI reafirma que hoy por hoy la dignidad es una necesidad urgente.