Ciudad de México. Con la selección mexicana femenil no son pocos los partidos enigmáticos. Aunque intenta por momentos ser brillante, el equipo que ahora comanda el español Pedro López sigue atrapado en el mismo punto donde terminó su pasado proceso. En el empate a uno ante Chile, su primera prueba desde la salida de Mónica Vergara, los aficionados que colmaron las gradas en el club América pasaron de la euforia a la pesadumbre por el bajo nivel de juego.
La Roja, una selección que supo competir con y sin la pelota, mostró más marcha que las mexicanas, fiel imagen de su poca imaginación en el primer tiempo. Inmunes a la presión del rival, las sudamericanas obligaron a que los errores se acumularan en la salida de la portera Itzel González, quien, presa del nerviosismo, perdió de vista a la delantera Daniela Zamora y le entregó el primer gol tras una mala recepción en el área (34).
El golpazo chileno provocó un desánimo generalizado en las mexicanas, incluso señales de desesperación. Mientras López buscaba el antídoto, jugadoras como Scarlett Camberos y la experimentada Stephany Mayor se hicieron cargo de los ataques, sin saber muy bien cuál era la idea. Lo poco que pudo verse con claridad fue la intención de avanzar metros con pases de un solo toque y arribos por las bandas. Pero extrañaron el gol.
La desventaja se mantuvo hasta el descanso, con una selección chilena que pocas veces se equivocó. Para entonces, el nombre de Charlyn Corral, quien inició en la banca y se frotaba las manos, empezó a tomar fuerza entre los testigos. Pasaron apenas unos minutos después de la reanudación, cuando dieron frutos los cambios de López. Con la entrada de Jacqueline Ovalle, Mayor se liberó de responsabilidad y asistió a Diana Ordoñez para lograr el empate (58).
“En el segundo tiempo mostramos pequeños detalles de lo que podemos llegar a hacer”, explicó al final del encuentro el estratega europeo, consciente de las dos realidades del partido. “Nuestras jugadoras fueron muy generosas en el esfuerzo, pero no estoy del todo feliz por el resultado”.
El 1-1 no sólo le devolvió la confianza a las seleccionadas nacionales, sino también motivó que Charlyn, la mujer de los golazos en el Pachuca, entrara al campo para intentar hacer de las suyas. De no ser por una atajada espectacular de la portera Antonia Canales, cuando la pelota se metía debajo del larguero, la explosión habría sido otra. Todo quedó en el “¡Uuuuh!” de quienes ven a la delantera como referente del Tricolor.
“Tenemos jugadoras con talento y capacidad para hacer un bloque fuerte”, agregó López en conferencia de prensa. “Se mostraron buenos momentos, pero la afición no se merecía un empate. Me alegro por las jugadoras que han debutado, las que volvieron y tienen la ilusión de ser parte de la selección. Estoy seguro que vamos a conseguir lo que nos trazamos”.
El encuentro generó tal expectativa que reunió a varias personalidades del mundo futbolístico. Entre ellas, los directivos Jaime Ordiales (selección mexicana), Santiago Baños (América), Andrea Rodebaugh (Tri femenil), Ignacio Hierro, así como los futbolistas Sebastián Cáceres y Andrea Pereira (América Femenil), además de la recordada Alicia Pelé Vargas.