Moscú. El canciller ruso, Sergei Lavrov, aseguró que su gobierno no tiene intención de comenzar una guerra nuclear por Ucrania y acusó a Estados Unidos y sus aliados occidentales de tratar de introducir la “retórica” de las armas atómicas en el contexto de su operación militar especial, iniciada en febrero pasado.
“Los occidentales están distorsionando todo. Están tratando de presentar esta cuestión como si fuéramos nosotros los que estamos amenazando con usar armas nucleares”, lamentó el diplomático en entrevista con el semanario ruso Argumenti i Fakti, publicada ayer.
Deploró la cantidad de expertos que “hablan cada vez más sobre el posible uso de armas nucleares tácticas contra las fuerzas armadas de Ucrania”, lo que denunció como un ejercicio de manipulación desde Washington.
También declaró que Moscú no quiere apresurar a otros países a reconocer los resultados de los referendos de adhesión celebrados por Rusia en las repúblicas de Doniestsk, Lugansk, y en las provincias de Jersón y Zaporiyia.
Inadmisible, toda guerra atómica
“Rusia mantiene su compromiso con la declaración de las cinco potencias nucleares del 3 de enero, que confirma el postulado de la inadmisibilidad de toda guerra nuclear”, aseguró.
El jueves pasado, el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que el riesgo de un “armagedón” nuclear está en su nivel más alto desde la crisis de los misiles en Cuba, de 1962. Por su parte, el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, advirtió el mes pasado que no dudará en usar todo el arsenal disponible en caso de una amenaza a su integridad territorial.
Fuentes de la Casa Blanca citadas por la agencia de noticias Ap señalaron que la advertencia de Biden fue para enviar el mensaje de que nadie debería subestimar el peligro que supondría el despliegue de armas nucleares tácticas por parte de Rusia en su guerra contra Ucrania.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte debe protegerse aún más de Rusia y del presidente Putin, señaló la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, porque “no podemos saber hasta dónde pueden llegar los delirios de grandeza” del gobernante ruso.
“Una cosa es cierta: la situación actual significa que tenemos que trabajar más juntos. La brutal guerra de agresión rusa en Ucrania es cada vez más brutal y sin escrúpulos”, afirmó.