Aunque el sector turístico prácticamente está recuperado después del impacto del covid-19, la inflación, las altas tasas de interés, los precios de los energéticos y una posible recesión son factores que representan un desafío para las empresas de la industria, señaló Braulio Arsuaga Losada, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET).
En entrevista con La Jornada, el empresario comentó que se estima que al cierre de este año la actividad turística aporte al producto interno bruto (PIB) 8 por ciento, un nivel cercano al observado en 2019, cuando contribuyó con 8.5 por ciento.
Agregó que se puede decir que esta industria ya está recuperada, pero no ha ocurrido “en forma pareja”, pues una buena parte de los destinos de playa ya están en sus niveles previos, no así con otros como las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, que dependen del viajero de negocios y convenciones.
Sin embargo, “la inflación está haciendo que los márgenes de la industria sean menores, al igual que la energía, está siendo más cara”.
Relató que es un sector “muy intensivo en capital”, por lo que las altas tasas de interés también lo afectan.
“Una industria como el turismo usa el apalancamiento, bastante común para poder crecer porque al ser tan intensiva en capital, no lo puedes hacer con tu propio músculo”, señaló.
“Creo que debemos estar contentos de que existe esta recuperación, pero debemos estar alertas de qué vienen tiempos difíciles”, declaró sobre una posible recesión.
De concretarse una situación así habrá un menor volumen de viajes, “una recesión mundial derivada de la pandemia, seguramente va a hacer que se aprieten los volúmenes de personas viajando”.
Anotó que cuando ocurre ese tipo de situaciones es más complicado para las personas comprar un paquete, un pasaje de avión o de autobús, mientras que para la empresa que presta el servicio tiene costos mayores.
Para un hotel, por citar un ejemplo, además de los costos financieros, se suma la nómina, pero también la energía, que es más cara para ese tipo de establecimientos.
Industria prioritaria
Arsuaga Losada consideró que esta actividad terciaria debería ser considerada como una “prioridad nacional”, pues refirió que el turismo representó 13 mil millones de dólares de superávit en la balanza comercial del primer semestre.
“Eso contrasta con la comercial que son 19 mil millones en déficit o la petrolera que son 20 mil millones o la manufacturera son 3 mil millones.”
Indicó que la contribución a la economía por el consumo turístico ya está a la par de 2019, pues se estima que se ubicará en 3.3 billones de pesos, pero si se le agrega 1.3 billones de pesos que es el valor de la proveeduría, habrá un total de 4.6 billones de pesos de la contribución del consumo turístico.
El dirigente dijo que el ingreso de divisas por la visita de turistas extranjeros se estima que sea de 30 mil millones de dólares, monto que contrasta con los 24 mil millones de dólares en 2019. “Eso es algo muy bueno”, apuntó.