Como cada año, el 29 de septiembre se celebra el Día Nacional del Maíz. Esta fecha es de suma importancia para el municipio situado en el corazón del Valle del Mezquital, tierra de lucha donde los campesinos y las campesinas organizados han podido conformar la Comunidad Indígena San Juan de Tezontepec y desde esta trinchera han generado una lucha incansable por el agua y por las semillas criollas.
Tezontepec de Aldama ha sido una tierra de lucha debido a su posición estratégica e histórica, perteneciente a la cultura tolteca, en su seno se erige el cerro sagrado del Xicuco, donde se sigue representando la gran panza materna y donde los pobladores cada año suben hasta el pico de la montaña en una peregrinación para ofrendar semillas y pedir cuidados para el agua y la tierra.
Debido a esta posición geográfica, Tezontepec cuenta con varios ríos subterráneos cruzados por montañas, haciendo una tierra prolífica para la agricultura; un ejemplo de esta diversidad podemos encontrarla en el río Salado, afluente con un sinnúmero de minerales que hace de esta tierra una de las más fértiles la región.
Esta bendición natural ha sido un arma de doble filo para la población y sus tierras, el colmillo del capital privado y los megaproyectos estatales siguen succionando los recursos, contaminando ríos de toda la región. Tal es el ejemplo de la Refinería Bicentenaria (empezada por Felipe Calderón y uno de los grandes proyectos de la 4T) propuesta en el municipio aledaño de Tula de Allende, donde confluyen las aguas de diversos ríos (Tula, La Cañada y Salado, entre otros).
Se calcula que para refinar un litro de gasolina se utilizan 100 litros de agua, misma que era utilizada para las cosechas y el consumo humano.
Debemos recordar que el municipio de Tula de Allende y sus alrededores, fue considerado en 2006 por la ONU la región más contaminada del mundo, no sólo por el empleo indiscriminado del agua para la refinación de gasolina, sino por el uso de los ríos como coladeras. Basura que viene de la Ciudad de México y la zona metropolitana, así como la contaminación ambiental, hacen de esta zona del Valle del Mezquital un lugar altamente peligroso para vivir.
Por ironías de la vida, la mayoría de los productos de la región terminan en mercados y centrales de abasto de la megalópolis (CDMX, Hidalgo y Querétaro), alimentos como maíz, legumbres, frutas, entre otros, son regados con agua de los ríos antes mencionados, afectados con residuos altamente tóxicos debido a la contaminación humana e industrial y llevados a las mesas de millones de mexicanos.
Preocupados por la falta de atención a las problemáticas por parte de las autoridades, los pobladores de la Comunidad Indígena de San Juan Bautista de Tezontepec han organizado múltiples foros acerca del peligro de la contaminación del agua y el uso de las semillas transgénicas para sus campos. Uno de estos eventos es la feria del maíz, celebrada cada año en las comunidades pertenecientes a la organización, donde se busca la concientización de este problema que nos atañe a todos.
Para ellos, el maíz es un ser divino, que desde la preparación de la semilla para sembrarse hasta que se cocina y se come se encuentra envuelto de rituales y prácticas sagradas. El maíz y la milpa en su conjunto son símbolo de identidad, de soberanía y autosuficiencia alimentaria.
Es nuestro deber y responsabilidad cuidar dos de los elementos más sagrados de nuestra tierra, el maíz y el agua.
* Maestro