Kiev. Bombardeos nocturnos cortaron el suministro eléctrico de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia, que necesita refrigeración para evitar una fusión, lo que la obligó a recurrir a generadores de emergencia, informaron el sábado la empresa nuclear estatal ucraniana y el organismo de control atómico de la ONU.
Si bien los seis reactores están apagados, siguen necesitando un suministro constante de electricidad para mantener frío el combustible nuclear en su interior y evitar un desastre.
Rusia y Ucrania se han culpado mutuamente de los bombardeos en el emplazamiento de la mayor central nuclear de Europa, que han dañado los edificios y amenazan con un accidente nuclear catastrófico. El Organismo Internacional de la Energía Atómica está presionando para que se establezca una zona de protección para evitar nuevos bombardeos.
En declaraciones a BBC World News el sábado, Petro Kotin, jefe de la empresa nuclear estatal ucraniana Energoatom, advirtió de que los generadores de gasóleo tenían un suministro limitado de combustible.
"Ahora mismo estamos trabajando en la logística para suministrar más combustible a estos generadores", dijo.
Energoatom no respondió inmediatamente a una consulta sobre el estado de las negociaciones con las autoridades rusas sobre el suministro de combustible a la central.
"Si (los generadores) se quedan sin combustible, después se pararán y después habrá un desastre (…) habrá una fusión del núcleo activo y una liberación de radiactividad", dijo Kotin.
La central nuclear se encuentra en una parte de la región de Zaporiyia, que Rusia se anexionó recientemente, lo que Ucrania y sus aliados rechazan como una apropiación imperial de tierras.
En un decreto publicado el sábado, el Gobierno ruso creó una empresa para tomar el control de la planta, tal y como ordenó el presidente Vladimir Putin el 5 de octubre.
El OIEA, que tiene dos observadores presentes en la planta, confirmó la declaración de Energoatom de que la planta había cambiado a sus generadores diesel después de que los bombardeos, alrededor de la 1 de la madrugada, cortaron la línea principal de 750 kilovoltios que suministraba energía externa a la planta.
"La reanudación de los bombardeos, que han afectado a la única fuente de energía externa de la central, es tremendamente irresponsable. La central nuclear de Zaporiyia debe ser protegida", dijo el OIEA, citando a su jefe Rafael Grossi en un comunicado.
"Todos los sistemas de seguridad de la central siguen recibiendo energía y funcionan con normalidad, según informó a los expertos del OIEA (destacados en Zaporiyia) el personal operativo ucraniano de alto nivel", dijo el OIEA.