Trabajadores activos y jubilados del sector público tomaron de forma simbólica la sede del Fondo de Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) para reiterar su demanda de que el organismo reconozca los “malos manejos” de los créditos hipotecarios, porque a pesar de que llevan años –algunos décadas– pagando y ya cubrieron el monto de lo obtenido en préstamo con intereses, sus estados de cuenta reportan “deudas interminables”.
Los afectados reiteraron su petición de que se liberen las escrituras de las viviendas cuyos propietarios hayan cubierto el monto del préstamo “con un interés justo”, cambiar el cálculo de la deuda de unidades de medida y actualización a pesos, así como cancelar el adeudo vencido que no fue notificado al afiliado en tiempo y forma.
También exigen que se elimine la actualización de deuda que en realidad –dicen– se convierte en “un doble pago de interés”.
La protesta se inició alrededor de las 9:30 horas, cuando los inconformes llegaron al edificio ubicado en la colonia San José Insurgentes de la Ciudad de México. Eran trabajadores, entre otros, de la Secretaría de Educación Pública y de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, así como las organizaciones Hermandad Azul (integrada por policías desempleados) y La Vanguardia, de bomberos, que también se quedaron sin trabajo.
Permanecieron fuera del inmueble durante cerca de cuatro horas y sólo recibieron como respuesta “lo mismo de siempre”: que el Fovissste carece de la capacidad para atender sus peticiones, pues se requiere una reforma legal aprobada en el Congreso de la Unión.
Señalaron que funcionarios del fondo reiteraron la propuesta a afiliados de más de 60 años que hayan cubierto la mitad de la deuda para que su hipoteca sea liberada. El problema, comentaron los trabajadores, es que “nadie cubre esos requisitos. El saldo insoluto es muy alto”.
Los perjudicados aceptaron participar en mesas de trabajo, siempre y cuando estén presentes el vocal del fondo, César Buenrostro, y el director del Issste, Pedro Zenteno.