En espera del dato de empleo en Estados Unidos y de la inflación en México, ambos de septiembre, que se darán a conocer hoy, el mercado cambiario en México cedió ante la fortaleza del dólar.
De acuerdo con datos del Banco de México (BdeM), el peso ligó su segunda caída consecutiva ante la divisa estadunidense, en la que este jueves se depreció 0.51 por ciento, equivalente a 10.17 centavos, para cerrar en 20.1282 unidades por dólar spot.
La divisa mexicana operó entre un máximo de 20.1600 unidades y un mínimo de 20.0520; mientras el índice del dólar, el DXY, que mide el comportamiento de la divisa estadunidense frente a una canasta de seis monedas internacionales, se apreció 1.02 por ciento, a 112.148 unidades.
Los inversionistas esperan el dato de empleo estadunidense, en el cual, según analistas, las malas noticias serán buenas noticias; es decir, un mal dato del empleo puede debilitar la tendencia inflacionaria en Estados Unidos, principal socio comercial de México, pero también sería motivo de preocupación por la recesión económica; un muy buen dato, que sería una buena noticia, para los mercados sería al revés porque sería una mala noticia para la inflación.
Analistas prevén que el mercado laboral de Estados Unidos en septiembre haya creado 270 mil plazas y la tasa de desempleo se ubique en 3.9 por ciento.
Asimismo, esperan la publicación de la inflación en México a septiembre (0.68 por ciento mensual y 8.76 por ciento anual). El dato de inflación será una pista sobre el próximo movimiento del BdeM.
La Fed endurece el discurso
En el mercado de bonos, los rendimientos del Tesoro subieron, con la nota de referencia a 10 años por encima de 3.8 por ciento y el rendimiento a 2 años, sensible a las tasas, en 4.2 por ciento.
Los inversionistas analizan una serie de comentarios agresivos de los funcionarios de la Reserva Federal. El presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, reconoció que el riesgo de exceso estaba presente ya que el endurecimiento de la política aún debe abrirse camino en la economía. Aun así, afirmó, él y sus colegas estaban “muy lejos” de reducir la inflación.