A un año de haber concluido su gobierno en Michoacán y con un caudal de procesos administrativos, acusaciones por probables desfalcos multimillonarios y señalamientos de vínculos con delincuentes, Silvano Aureoles Conejo se destapó como candidato presidencial.
Sin fuerza política que lo impulse aún y alianza partidista menos, el michoacano anunció el inicio de una gira nacional –por los 32 estados– para reunirse con la sociedad y a partir de eso elaborar una propuesta de país.
Argumentó que “México es un país extraordinario, lleno de gente que demuestra todos los días que, si hay un lugar mágico en la Tierra, ese es México, lleno de alegría, sonidos, colores y sabores únicos que hacen que se infle el pecho cuando se dice soy mexicano. Claro que sí, por eso es que, a partir de hoy, pueblo de México, quiero anunciar el recorrido por mi país, por México, estaré visitando las 32 entidades”.