El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que todas las caídas de helicópteros de las Fuerzas Armadas, como el registrado en el marco del operativo en el que se detuvo al narcotraficante Rafael Caro Quintero, se debieron a accidentes y no a actos de violencia.
Recalcó que la Fiscalía General de la República (FGR) descartó que el helicóptero Black Hawk de la Secretaría de la Marina que se desplomó en dicho operativo en la sierra entre Sinaloa y Chihuahua, se haya debido a la delincuencia organizada, sino que fue porque se le acabó el combustible a la aeronave.
“Los casos que han habido han sido por accidentes. En el caso lamentable de que se quedaron sin combustible está la investigación que hizo la fiscalía sobre la caja negra, y se demostró que esa fue la causa. Creo que se confiaron, pensaron que iban a poder llegar a la pista, a Mochis, se quedaron muy cerca, pero no llegaron y se desplomó”, indicó en su conferencia de prensa matutina consultado sobre el tema.
Lamentó que en este caso, “de manera muy vil en los medios de información -por eso hablo de que son tiempos de canallas y temporada de zopilotes- se habló, se llegó a decir que era por la austeridad porque no tenían recursos, que no les dábamos para combustible. De esa calaña son los conservadores”.
No obstante, reconoció que en Sinaloa hubo agresiones a un helicóptero, pero el piloto logró aterrizar.
“En todos los casos, sí les puedo decir, que han sido accidentes. En ningún caso ha sido por violencia, sólo en los hechos de Sinaloa, le dispararon a un helicóptero, le pegaron, pero alcanzó el piloto a bajarlo”, agregó.
También refirió el caso de un helicóptero de la Marina que se desplomó en Frontera, Tabasco, en el que los elementos “dieron su versión y se está haciendo una investigación, y no hay duda que fue un accidente”. Insistió que en todos los casos hay investigaciones de la FGR y de la propia Marina.