Lima. El presidente de Perú, Pedro Castillo, inauguró ayer la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en Lima, con el diálogo entre los jefes de las delegaciones de los países asistentes y organizaciones de la sociedad civil.
En ese acto, llevado a cabo en el Centro de Convenciones de la capital peruana, participaron el secretario general del organismo hemisférico, Luis Almagro, así como el representante permanente de Perú ante la OEA, Harold Forsyth, y el canciller César Landa.
La cita cuenta con la participación de 31 representantes de gobierno.
Presión sobre Nicaragua
Almagro señaló que el mecanismo hemisférico mantiene presión sobre Nicaragua y trabaja por la liberación de los políticos presos y los derechos humanos en el país centroamericano.
Nicaragua anunció en abril su salida de la OEA y el cierre en el país de su oficina, luego de que la organización declaró ilegítimas las elecciones de noviembre, en las que Daniel Ortega ganó tras encarcelar a sus rivales políticos.
“La dinámica de presión sobre el régimen se ha mantenido, prácticamente no se ha levantado ninguna de las medidas que se han impuesto”, señaló Almagro en rueda de prensa poco antes de la inauguración de la 52 Asamblea General.
Afirmó que pese a que los contactos con Nicaragua para abordar temas políticos “no han sido posibles”, el trabajo en la organización ha continuado y que incluso hay un proyecto de resolución en la OEA que se esperaría analizar.
En funcionario se refirió al proceso de retiro de la OEA de Venezuela. El presidente Nicolás Maduro anunció su salida “definitiva” de la organización en abril de 2017.
Almagro manifestó que el proceso “nunca se concretó porque para irse de la organización no solamente tienen que pasar dos años, sino que se tiene que estar al día con todas las obligaciones.
Por deudas, Venezuela no ha salido del organismo
“Debemos reconocer que nos deben algunos millones de dólares de cuentas pendientes de contribución”, subrayó.
En la asamblea de cancilleres en Lima se espera discutir temas como la seguridad alimentaria por la escasez de fertilizantes debido a la guerra en Ucrania, reforzar las políticas de salud pospandemia y a establecer mecanismos de lucha contra la desigualdad y la discriminación en la región.
Para la cita confirmaron su participación 24 cancilleres, incluido el secretario estadunidense de Estado, Antonhy Blinken, luego de su gira por Chile y Colombia.