La novena edición del Festival de Poesía Las Lenguas de América Carlos Montemayor, suspendido en 2020 debido a la pandemia de covid-19, se realizará este 13 de octubre. Se trata de uno de los encuentros más vitales en el continente dedicado a celebrar la flor y el canto (in xóchitl, in cuícatl), como llaman en náhuatl a ese “diálogo con el propio corazón, con lo divino, con el mundo y con el pueblo”.
Surgido en 2004 bajo el auspicio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a iniciativa del escritor Carlos Montemayor (1947-2010), el festival ha logrado poner en un plano de igualdad a los idiomas originarios de la región con las cuatro principales lenguas de origen europeo que se hablan en América (español, inglés, francés y portugués), y ha servido para aclarar que las lenguas indígenas no son dialectos.
Esta edición tendrá “un aliento profundamente femenino, sin olvidar la poética muxe”, con la participación de las poetas Ateri Miyawatl (náhuatl/México), Sarawi Andrango (kichwa/Ecuador), Marina Ianelli Aquino (portugués/Brasil), Alejandra Lucas (tutunakú/México), Diana Ananco (wampis/Perú), Diane Régimbald (francés/Canadá), Emilia Buitimea Yocupicio (yoreme/México) Robin Myers (inglés/Estados Unidos), Delfina Albañez Arballo y Juana Inés Reza Albañez (paipai/México), Nadia López García (ñuu savi/México), Elvis Guerra (binnizá/México) y Elisa Díaz Castelo (español/México).
Este encuentro bienal se realiza principalmente “con el afán de encontrar en el otro la resonancia del México que somos y el que queremos ser”, dijo el poeta Mardonio Carballlo, consejero en el comité organizador que preside José del Val, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC-UNAM).
El también periodista y conductor del programa de televisión La raíz doble recalcó que el festival es un parteaguas porque hasta antes de su realización “en el país no teníamos este tipo de encuentros donde la palabra poética fuese el personaje central. Es un acierto que el recital se realice en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, un poco para rendir honor a quien honor merece en las palabras y en las líneas de la flor y el canto.
“Este esfuerzo hoy honra a nuestros poetas muertos, a aquellos que han hecho de la palabra florida una suerte de comunicación con la sensibilidad del ser humano. No ha sido sencillo llegar a un noveno festival, pero es una maravilla que en cada edición tenemos sala llena.
“El arte siempre será un puente de comunicación con lo más profundo del ser humano y es importante en estos momentos, cuando si bien en el discurso público los pueblos indígenas están ahí, tener un espacio para que se desarrolle el arte de éstos; es fundamental porque los pueblos indígenas no sólo somos pueblos empobrecidos, somos vitales, somos pueblos que amamos, que hacemos poesía y disidencia, que hacemos eco del país que somos.”
Carballo insistió en que más allá de la retórica en la que se encuentra el discurso público con relación a los pueblos originarios, “es importantísimo que el arte tenga una función esencial, porque ya es hora de que acabemos con la mirada de misericordia y compasión con la que se ve a los pueblos indígenas. Somos dignos, hacemos poesía más allá del mote ‘indígena’. Los pueblos indígenas podemos aportar a la conformación de ese país que merecemos y soñamos, estamos dispuestos a ayudar a construirlo, y el arte construye”.
“Fiesta casi religiosa”
José del Val recordó que cuando Carlos Montemayor realizaba el Diccionario del náhuatl en el español de México propuso la creación de un festival en el que las lenguas indígenas estuvieran a la par de todas las que se hablan en el continente, “y desde ese momento, fue extraordinario lo que el público ha vivido durante los recitales: una fiesta casi religiosa donde las personas escuchan durante tres horas poemas dedicados a la condición humana en una lengua, y en otra y en otra.
“El encuentro tuvo un gran impacto no sólo en la universidad, sobre todo al ver la dignidad de las lenguas en cualquiera de sus expresiones. Carlos fue uno de los principales promotores, él tuvo una gran fuerza y compromiso con los pueblos originarios, como pocos intelectuales mexicanos.
“Sin embargo, aún nos falta trabajar mucho más en este campo, porque las lenguas de los pueblos originarios deben mantener un desarrollo, con una estructura social que esté preparada para soportarlo. Es decir, hace falta cambiar, entre otros aspectos, la estructura educativa del país para que los estudiantes puedan ser bilingües desde el nivel básico. Estamos en los prolegómenos de un país multicultural”, concluyó Del Val.
El noveno Festival de Poesía Las Lenguas de América Carlos Montemayor se suma este año a las más de 100 actividades del primer Festival CulturaUNAM, que comenzó el 30 de septiembre y concluirá el 16 de octubre.
En ese contexto, hoy se presentará el libro Poeglíficos, de Silvia Pratt Navarro, con la participación de Lucía Rivadeneyra y Beatriz Gastélum, a las 17 horas en la Casa Universitaria del Libro (Orizaba 24, Roma Norte).