Ciudad de México. Francisca Valenzuela se ha inspirado tanto de su contexto social como de su experiencia personal; por eso, en su música lo mismo hay cabida para temas personales como sociales. Aunque la cantante se ha dedicado predominantemente a hacer pop-rock, eso no le ha impedido dirigirse a problemáticas de su país, Chile, así como del resto de Latinoamérica. “Hay una rebeldía en buscar lo bonito, la verdad, en vivir verdaderamente, de forma sabrosa”, señaló a La Jornada.
“Mi inquietud social tiene que ir de la mano con lo artístico, porque en el fondo yo vivo en un mundo, no en abstracto. Vivo en un contexto, y sí me moviliza. Eso no significa que voy a estar siempre escribiendo de lo social, ni me considero una autora trovadora social, pero sí aparece ese contexto y esa inquietud en el nivel de la experiencia de vivir. No vivo a solas, aislada, y me interesa y me importa y me moviliza”, explicó.
Sin embargo, para asumir su actual forma de hacer música, tuvo que atravesar por un largo proceso de autoexploración. Cuando inició su carrera, por 2006, la chilena comenzó hablando de forma espontánea de temas como la rabia, la sexualidad o la frustración; ante ese hecho y el tipo de música que hacía, la gente solía cuestionarla: “¿por qué eres tan histérica?, ¿por qué eres tan ruidosa?, mejor quédate callada. Compórtate”, recordó.
Pero para la cantante, dicha postura estaba relacionada simplemente con su experiencia personal. “Considero que escribo desde un lugar muy confesional. Es muy directa, muy íntima, es una búsqueda personal que creo que después resuena con las demás personas. Y considero que eso personal también es político, y en el caso de muchas de nosotras, la experiencia de ser mujer y visibilizar ciertas partes que pienso que han sido invisibilizadas”, señaló. “No me daba cuenta de que había una propuesta subversiva ahí, porque para mí simplemente era expresar mi punto de vista experiencial, ¿cachai?”
Con el tiempo, Francisca Valenzuela se hizo más consciente sobre cómo su experiencia y posturas se decantan en su música. “Yo como ciudadana, mujer, ser humano en el mundo, ¿qué me conmueve?, ¿qué causas? ¿cómo lo integro a la música?, ¿cómo uso la plataforma?, o ¿cómo participo?, o ¿cómo apoyo a quienes están promoviendo esas causas y cómo puedo formar parte de eso?”, señaló.
Asumir esa otra parte, también ayudó a la cantante a ir más allá de la parte creativa. Diez años después de iniciar su carrera, fundó una plataforma musical feminista llamada Ruidosa, mediante la cual se han organizado paneles, talleres y festivales a lo largo de América Latina. “Y eso salió porque, más allá del compromiso social, o decir hay una problemática y quiero aportar, también me sentía supersola en la música”, admitió la chilena.
“Me sentía supersola”
Buscando evitar la soledad, se preguntaba: “¿Cómo no hay un espacio para compartir las experiencias y desmitificar los procesos?, y también surgió por eso. Ruidosa me dio mucha energía y validación. Estaba chata, yo decía: ‘odio esta carrera. Es demasiado difícil. Me siento permanentemente inadecuada’, ¿cachai? Cosas que eran emocionales, pero también estructurales que pasaban”, añadió.
Con Ruidosa, Valenzuela se dio cuenta de que no estaba sola ni en su manera de sentirse ni en la de pensar. “El feminismo me ayudó a reconocer que soy feminista, entonces es algo virtuoso. Y lo mismo con otras causas, u otros puntos de vista sociales o humanistas, que creo que afortunadamente están permeando en la industria”, observó. Gracias a la plataforma, Valenzuela no sólo ha logrado conectar con otras músicas y músicos, también se han promovido otro tipo de contenidos, como investigaciones académicas y la promoción de artistas mujeres. “Este feminismo no está limitado a tu anatomía, en verdad es un feminismo social, y tenemos la fuerza, la capacidad y el interés de cambiar las cosas”, aclaró.
Otra de las fuentes de inspiración de Francisca Valenzuela a la hora de componer temas está en el panorama musical que ha destacado en su país. “Para mí, en Chile, el referente de la nueva canción chilena es superimportante y es muy social. También venimos de una historia donde el crear canciones que son melódicas, hermosas y movilizadoras, también tienen un componente social. Y en Latinoamérica en general existe eso”, destacó.
Al haber iniciado su carrera de forma independiente, y ahora trabajar con una discográfica grande, Valenzuela ha podido involucrarse en diversas áreas de la industria musical, algo que le ha brindado la experiencia suficiente como para encontrarse cómoda con la posición desde la que hace su música. “Como que la estructura a veces se siente privada de ética o de humanismo, y nosotras ahora como que estamos diciendo: ‘no, hay otras maneras de ejercer liderazgo, de ejercer estructuras laborales’”, sostuvo.
El más reciente disco de la chilena, Vida tan bonita, fue creado durante el confinamiento, época que le permitió volver a producir música en un corto periodo, a pesar de que normalmente la brecha entre sus materiales es más grande. “Lo que creo que es pandémico del disco es el énfasis en estas historias, que son como crisis o conflictos que buscan solución; ya sea dentro de una o del mundo. Entonces si uno escucha el disco, si bien cada canción es diferente, todas tienen cierta añoranza por resolver algo, o la esperanza de llegar a puerto con algo positivo, o de encontrar lo bonito, lo verdadero, a pesar de la oscuridad”, detalló.
Ahora Valenzuela promueve Vida tan bonita. Entre octubre y noviembre, abrirá los conciertos que Café Tacvba dará en Estados Unidos; también se presentará en ciudades de México como Guadalajara, Guanajuato y la capital mexicana. Si bien todos entusiasman a la chilena, el concierto que ofrecerá en el Lunario del Auditorio Nacional el 13 de noviembre es especialmente anhelado por ella.
“Todas las cosas las hace uno con dedicación, cariño, foco, entrega y planificación; pero, para mí, es muy distinto decir ‘voy a tocar 30 minutos con puro piano’, que ‘voy a hacer un concierto donde yo puedo darme el gusto’, es decir, voy a tocar con el piano, a salir con la banda, tengo invitados, va a haber visuales, puesta en escena, escenografía, hay un relato que se va contando, un viaje”, adelantó Francisca Valenzuela.