Tras la firma del acuerdo antiinflacionario anunciado el lunes entre el gobierno federal y un grupo de empresarios del sector alimentario, el presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que los empresarios del ramo, en caso de importar alimentos, adquirirán productos de calidad que no afecten la salud de la población.
El acuerdo representa que “ellos asumen su responsabilidad” y les “damos la confianza; no vas a traer carne para enfermar a los mexicanos o para causar una epidemia”, apuntó.
Dicho proyecto contempla otorgar a las 15 compañías participantes una licencia única para las actividades de importación y distribución de alimentos e insumos para el envasado, con la cual se les eximirá de trámites o permisos, tanto de impuestos ante Hacienda para importación, como aquellos definidos por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad, y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Los empresarios explicaron que el país es autosuficiente en carne de res, pero no en cerdo o pollo, donde se podría comprar en el extranjero, pero “de todas maneras si se considera” y se puede conseguir carne de res más barata, “vamos sin obstáculos, no podemos cerrar la economía. Tenemos que actuar de manera heterodoxa”, dijo el mandatario este miércoles en su conferencia de prensa diaria.
Ponderó que “nos conviene importar aún cuando sea transitorio porque necesitamos parar la inflación”.
El plan “significa que podamos impulsar la producción, llegar a un acuerdo con los industriales, productores, comerciantes, para garantizar que la canasta básica baje 8 por ciento, tiene 24 productos. Se logró también una disminución en el precio de la harina de maíz por las tortillas, eso fue compromiso, pero al mismo tiempo, si hace falta, se abre el mercado a importaciones para que, si se consiguen alimentos más baratos en el extranjero puedan entrar sin obstáculos, sin trabas burocráticas”, explicó el tabasqueño.
Como ejemplo, dijo que no se permitía la entrada de carne de Argentina, donde su principal producción es la carne de res y su principal comprador en China. Debido a la guerra y la pandemia, China está bajando su crecimiento “y le está dejando de comprar a Argentina un 20 por ciento de la carne que adquiría”. Ello ha bajado su precio.
A pesar de eso, reiteró que no se puede comprar carne de argentina, “porque son muchos los obstáculos y uno de ellos era la sanidad”. Al mismo tiempo, “llevamos 30 años que está entrando ganado de contrabando, y nadie dice nada, de Guatemala, y ni modo que Guatemala tenga mejor control sanitario que Argentina”.
Insistió que si se puede adquirir alimentos más baratos en otros países, y con ello “se beneficien los consumidores mexicanos, lo vamos a hacer. Aquí el interés superior es el interés del pueblo, la economía popular. Nada de proteger a empresas, nada de estar protegiendo negocios particulares afectando la economía de los mexicanos”.
Recordó que el acuerdo lo firmaron Walmart, Chedraui y Soriana, “esos tres corporativos comerciales sígnica el 80 por ciento de la distribución de alimentos”.
Luego de exponer que propósito es ser autosuficientes en alimentos y energéticos, ya que “está demostrado ahora que los países que más padecen son los que más dependen de las importaciones, el caso de Europa es el más representativo en estos tiempos”.
Mostró una gráfica sobre la “contribución de los alimento y energético a la inflación anual” en la que se indica que en México, el incremento en los precios del sector energético provocaron un impacto de 0.6 puntos porcentuales en el aumento de la inflación, en conjunto con un aumento de 4.2 puntos por alimentos y 3.9 por el “resto de componentes” en la primera quincena de septiembre.
En Estados Unidos, con datos de agosto, el impacto por el aumento de energéticos fue de 1.7; además de 1.6 por alimentos y 5.0 por “resto de componentes”. Mientras que en Europa, con datos de septiembre, y debido al incremento del precio del gas, el impacto de energéticos fue de 4.2, además de un 2.5 por alimento y 3.3 por el resto de componentes.
A la vez, presentó otra gráfica sobre la paridad del peso mexicano que aparece como “el número uno en el mundo” en cuanto apreciación con relación al dólar.
Entre el 30 de noviembre de 2018 y el 30 de septiembre de 2022, el peso mexicano subió 1.1 por ciento, lo mismo que el franco suizo. En cambio, el dólar canadiense, Libra, Euro, entre otras monedas, han disminuido.