México es el segundo país del mundo donde más se estigmatizan las enfermedades mentales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta es la principal barrera para que los pacientes obtengan el diagnóstico y tratamiento de su trastorno. De por sí, menos de 20 por ciento de afectados buscan algún tipo de ayuda y de éstos, sólo la mitad recibe la atención adecuada, afirmó Yolanda Pica, de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

En conferencia con motivo del Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre), Edilberto Peña, presidente de la Sociedad Mexicana de Neuromodulación, señaló que a la estadísticas se debe agregar la de personas con síndrome postcovid, alteraciones neurológicas (insomnio, depresión, ansiedad) que aumentaron 25 por ciento en el primer año de la pandemia y todavía no están en la clasificación de enfermedades.

El especialista también señaló que debido al covid-19 se adelantó 10 años la presentación de enfermedades mentales. Eso es lo que refleja el aumento en la cantidad de individuos con una o varias de ellas. El asunto debe considerarse prioridad nacional y avanzar en el fortalecimiento de los servicios de salud, acercarlos a la población, destinar mayores recursos económicos e impulsar acciones de sicoeducación de la sociedad.

Yolanda Pica expuso el reto que enfrentan los pacientes por la falta de sensibilidad de familiares y amigos que, en lugar de escucharlos y ofrecerles ayuda, se limitan a recomendar: “échale ganas”, “pon de tu parte”, “no te dejes vencer”, como si fuera falta de voluntad. A veces, los califican de flojos o débiles.

La especialista explicó que los padecimientos mentales se originan en alteraciones del sistema nervioso central, son fallas en las conexiones eléctricas que no se resuelven por voluntad.

La OMS señala que estos males serán la primera causa de discapacidad en años próximos, así como de una baja en la productividad de las personas. Incluso, hay estudios que señalan una disminución de entre 10 y 20 años en la esperanza de vida de los afectados.

De ahí la importancia de impulsar acciones de prevención y atención. El embajador de Dinamarca en México, Kim Hojlund Christensen, comentó que, a escala global, alrededor de mil millones de personas viven con algún trastorno mental. Señaló que en su país, considerado en 2021 como el segundo más feliz del mundo, ha aumentado la presencia de estos males.

Dijo que 8 por ciento de los daneses tiene depresión o ansiedad, mientras 15 por ciento de los niños en edad escolar han recibido tratamiento por alguno de estos padecimientos. Además, hay una cantidad indeterminada de pacientes que por el estigma social no tienen acceso al diagnóstico clínico, por lo que se puso un plan para mejorar la atención siquiátrica y la salud mental.