Guadalajara, Jal., Después de 23 años y de recorrer casi todos los tribunales agrarios de Jalisco, ayer la comunidad indígena coca de Mezcala, municipio de Poncitlán, ubicada junto al lago de Chapala, recuperó poco más de 10 hectáreas del cerro El Pandillo, las cuales invadió un particular a finales del siglo pasado al amparo de autoridades estatales y municipales.
Personal del Tribunal Agrario, encabezado por el abogado ejecutor Miguel Félix Langarica Morán, acompañado de elementos de la Guardia Nacional, acudió a cumplir la resolución 472/2013.
Los comuneros y su abogado, Rubén Ávila, junto con los miembros del tribunal se presentaron para tomar posesión del predio y de una casa de descanso construida por el invasor Guillermo Moreno Ibarra en la cima del Pandillo, con vista al lago de Chapala.
Aunque el particular primero invadió casi 10 hectáreas del cerro en 1999, luego amplió la apropiación hasta casi 20 hectáreas, con la complicidad de autoridades municipales y estatales, además de un grupo armado que contrató para vigilar e impedir el paso de los comuneros.
Rubén Ávila dijo que la restitución es por las 10 hectáreas del cerro y el resto del territorio esperan recuperarlo cuando la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales resuelva la denuncia por tala de árboles y el desvío de un arroyo para una represa que hizo el ocupante.
“La casa va incluida en la restitución porque fue construida con el juicio en trámite; el invasor estaba consciente de que la edificaba en una superficie que tenía problemas, y aunque intentó demolerla no lo consiguió; sólo dañó una parte pequeña”, explicó el abogado.
La comunera Rocío Moreno, quien junto con 10 de sus compañeros estuvo en la cárcel en 2011 por una denuncia de Guillermo Moreno, quien los acusó de “invadir” esas tierras, dijo que la casa servirá como la primera construcción de lo que será una universidad comunitaria.
“Hay un acuerdo de asamblea de que ese predio se va a destinar para un espacio educativo, un proyecto de universidad para jóvenes de la comunidad y pueblos originarios cercanos que tenemos desde hace años y en el cual buscamos iniciar con cuatro carreras que serían derecho, agroecología, turismo con gastronomía y pedagogía”.
Expuso que aunque existe la posibilidad de que la Universidad de Guadalajara o el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente apoye el proyecto, se intentará iniciar de forma autónoma, con recursos propios y con una currícula diseñada por los comuneros.
“Y aunque estamos contentos por este paso, no queremos bajar la guardia pues aún podrían agredir a la gente. Queda una comisión de unas 25 personas en el predio recuperado, pero pedimos a las autoridades competentes que se siga brindando seguridad por los antecedentes violentos del invasor”, expuso Rocío Moreno.