Londres. Los reguladores bancarios mundiales no ven la necesidad inmediata de reformar las normas sobre las reservas de capital de los bancos, después de que el sector consiguió seguir prestando a los clientes durante la pandemia sin recurrir en gran medida a estos colchones.
Un informe del Comité de Reguladores de Basilea sobre la “utilidad” de estos colchones de capital en tiempos de crisis mostró que los bancos no han necesitado recurrir a estas reservas para seguir prestando, a pesar de las normas más estrictas sobre la provisión por adelantado de los préstamos potencialmente problemáticos.
Los reguladores habían animado a los bancos a recurrir a las reservas de capital para mantener el flujo de dinero a las economías en dificultades cuando las empresas y los hogares entraron en crisis en marzo de 2020.
Sin embargo, a los bancos les preocupa que los mercados pongan en duda su solvencia y, además, recurrir a algunos colchones implica suspender la recompra de acciones y los dividendos.
“El informe encuentra pruebas limitadas de que la reticencia de los bancos a utilizar los colchones de liquidez haya afectado a sus préstamos y a la actividad del mercado, y pocos indicios de efectos procíclicos en los préstamos durante la pandemia relacionados con la introducción del marco de pérdidas crediticias esperadas (ECL)”, dijo Basilea en un comunicado.
Sin consenso sobre el tema
Basilea, un grupo de reguladores bancarios de los países del Grupo de los 20 (G20) y de otros países, también respaldó los llamados colchones de capital anticíclicos (CCyB). Se crearon después de la crisis financiera mundial, para acumular reservas en tiempos de bonanza y utilizarlas cuando los mercados se deterioren.
“El Comité de Basilea subraya la importancia de que los bancos acumulen y utilicen de forma prudente sus reservas de capital para suavizar el impacto de las perturbaciones internas y externas”, indicó el Comité.
“La evidencia empírica también muestra que las reducciones temporales de los requisitos de capital apoyaron la concesión de préstamos durante la pandemia de COVID-19, aunque la evidencia es más débil para las liberaciones del colchón de capital anticíclico (CCyB), lo que puede reflejar el uso limitado del CCyB hasta la fecha”, añadió.
El Banco de Inglaterra redujo a cero el colchón de capital anticíclico para los bancos británicos durante la pandemia, pero el vicegobernador Sam Woods ha pedido una simplificación radical de los colchones bancarios a la luz de lo ocurrido durante la pandemia.
Neil Esho, secretario general del comité, dijo la semana pasada en un evento de la Federación Bancaria Europea que no había consenso sobre la reforma de los colchones, con opiniones opuestas arraigadas.
“Podemos volver a hablar de esto a medio plazo. No creo que el tema vaya a desaparecer, pero no es algo que vayamos a cambiar inmediatamente”, declaró Esho.