Por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), personal de base de la alcaldía Coyoacán cerró ayer siete espacios de la Dirección General de Cultura; además, acusó a la titular del área, Hilda Trujillo Soto, de tratarlos con prepotencia y reducir espacios para sus actividades.

Angélica García, delegada de la sección 26 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México y quien labora en la Subdirección de Tradición y Cultura Popular de la alcaldía, refirió que en esa área Trujillo tiene “congelados” a 20 sindicalizados, cuyas funciones son realizadas por personal de autogenerados.

Esa situación, explicó, violenta el artículo 77 del CCT, que impide que personal sindicalizado sea desplazado por trabajadores de otro tipo de nómina.

Otro ejemplo es el de Hugo Fragoso Campos, quien fue removido de la coordinación de la Casa de las Letras, con el pretexto de que tenía conflictos con otros compañeros a partir de un escrito de queja de una trabajadora de autogenerados, a la que puso al frente del área.

Con carteles pegados en la puerta y muros de la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, en Francisco Sosa 202, Barrio Santa Catarina, que alberga las oficinas de la Dirección General de Cultura, los trabajadores exigieron la renuncia de la funcionaria.

Favorece a allegados

Los cierres fueron en la Casa de los Pueblos y Barrios Originarios Miguel León Portilla, en el pueblo de Los Reyes; la Casa de Cultura Ricardo Flores Magón, en la colonia Carmen Serdán; el Centro Cultural de las Artes de Santa Úrsula; la Casa de Cultura de la colonia El Reloj; el Centro de Investigación y Documentación Histórica y Cultural de Coyoacán, y el Centro Cultural Bicentenario, ambos en Jardín Centenario 16, colonia Villa Coyoacán.

En esta última, trabajadores refirieron que Trujillo anunció en días pasados que se reubicaría allí a trabajadores de las oficinas de Caballocalco, que están en remodelación, pero en lugar de alojar a “compañeros”, acondicionaron dos oficinas, para una directora y una subdirectora, en un espacio que era para consulta del acervo del Centro de Investigación, explicó su coordinadora, Ana María Castro.

Sandra García, coordinadora a su vez del Centro Cultural, señaló que tenía cuatro salones con medio centenar de talleres y más de 400 usuarios, pero Trujillo decidió utilizar dos como salas de juntas, y al reanudar las actividades, con sólo dos salones, se imparten sólo 22 talleres a una población de 125 alumnos, y pese a reducir los espacios “nos insiste en promover más los talleres para generar más ingresos”.