El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) tiene 25 proyectos de inversión necesarios por un monto de 6.6 mil millones de pesos, pero el próximo año contará con sólo mil millones, que se destinarán al equipamiento de clínicas y hospitales, pues el monto disponible equivale a una quinta parte de lo que se requiere.
Al respecto, el director del organismo, Pedro Zenteno Santaella, comentó que la renovación de la infraestructura médica es uno de los mayores retos que enfrenta el organismo. De ahí la urgencia de emprender cambios, como es la decisión de cerrar 24 tiendas Superissste.
Señaló que el plan para rescatar los establecimientos no ha funcionado, dejaron de ser competitivos, en parte debido al abandono en que se dejó al instituto desde hace años.
Una de las tiendas que cierra sus puertas es la de Vértiz, en la alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México. Era una de las más grandes de la red y, de acuerdo con la información dada a los trabajadores, ayer fue su último día de funcionamiento.
Sobre el plan de inversión para 2023, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) se reconoce una necesidad de 5.5 mil millones de pesos para sustituir equipos y contar con laboratorios modernos y funcionales para una mejor atención a los pacientes en los tres niveles de atención. Sólo se prevé asignar mil millones de pesos.
Los proyectos que quedan pendientes son ampliaciones, remodelaciones, construcción y estudios de preinversión para la sustitución de hospitales que tienen una antigüedad de 43 años, en promedio.
El PPEF 2023 contiene la descripción de lo que se quedará pendiente, como la construcción de una clínica hospital en Palenque, Chiapas; los estudios de preinversión y sustitución de los nosocomios en Torreón, Coahuila; Durango; Zapopan, Jalisco; Acapulco, Guerrero; Hermosillo, Sonora; y Tampico, Tamaulipas.
En tanto, empleados de la tienda Vértiz del Issste comentaron que el cierre del establecimiento “ya se veía venir”, porque en lugar de surtir la tienda, las autoridades han cedido los espacios.
Dentro de la tienda se instaló una sede del Banco del Bienestar, en otra área hay personal de la Secretaría del Bienestar para la atención de adultos mayores. También empezó a funcionar hace cinco meses un Centro de Servicio Tesorería, dependiente de la Secretaría de Administración y Finanzas de la Ciudad de México.
Sobre el tema, Zenteno Santaella comentó que las tiendas forman parte de las prestaciones económicas para los derechohabientes, lo que va a continuar pero en lugares más específicos, donde sean competitivos y rentables.
El funcionario resaltó que se debe reconocer que lo que antes funcionaba, hoy ya no, y el mayor compromiso del Issste es con la salud. El cierre de 24 tiendas se suma a una acción similar que se realizó durante el gobierno anterior y con el mismo argumento: la pérdida de competitividad de las tiendas, las cuales reportaban pérdidas para el organismo.