La inversión de México en educación continúa por debajo de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El gasto promedio por estudiante en el país fue de 3 mil 577 dólares por año, frente a los 11 mil 990 promedio entre las 38 economías que integran el organismo internacional, revela su más reciente informe.
En el nivel terciario, el gasto promedio por estudiante es de 7 mil 341 dólares por año, alrededor de unos 147 mil pesos, por debajo de los 17 mil 559 dólares que son promedio de la OCDE. Este último se ve impulsado por los recursos que se destinan a investigación y desarrollo, que alcanza 33 por ciento en los países de la organización, mientras en México es menos de la mitad, 15 por ciento.
“México gastó 4.6 por ciento de su PIB o un total de 3 mil 577 por estudiante equivalente a tiempo completo en instituciones educativas de primaria a terciaria en comparación con 11 mil 990 en promedio en los países de la OCDE. La financiación de la educación alcanzó los 7 mil 341 por alumno de nivel terciario, de los cuales el 15 por ciento corresponde a gastos de investigación y desarrollo (I+D)”, destacó la OCDE.
En México se tiene la tasa más baja de la OCDE en educación superior, pues sólo 27 por ciento de las personas entre 25 y 34 años alcanzan este nivel. Tan sólo en 2020 en la Ciudad de México el porcentaje fue de 30 por ciento, mientras que en Chiapas registró 12 por ciento.
De acuerdo con el organismo, tener un título universitario brinda a los jóvenes fuertes ventajas en el mercado laboral. En 2021, la tasa de desempleo promedio para las personas en toda la OCDE con un título terciario fue de 4.0 por ciento, en comparación con 6 por ciento para aquellos con un título secundario superior y 11 por ciento con un título inferior al secundario.
Los trabajadores a tiempo completo con educación terciaria también ganan en promedio alrededor de 50 por ciento más que los trabajadores con educación secundaria superior y casi el doble que los trabajadores sin educación secundaria superior.
Los adultos mejor educados también pueden encontrar más fácil adoptar nuevas tecnologías que mejoren su calidad de vida. Por ejemplo, 71 por ciento de las personas de 55 a 74 años con educación terciaria utilizaron llamadas en línea o videollamadas durante la pandemia, lo que les permitió mantenerse en contacto con familiares y amigos y evitar el aislamiento social.
Las tasas fueron más altas en los Países Bajos (84 por ciento) y Noruega (83 por ciento). En contraste, sólo 34 por ciento de los adultos de edad similar con un nivel inferior a la secundaria superior informaron haber realizado llamadas en línea o videollamadas.