Con saldo blanco concluyó la marcha del 2 de octubre, informó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández, al considerar que fue un ejemplo de protesta social donde “se dejaron oír las voces de todo mundo, en un ambiente donde no había riesgo a la integridad física”.
Al señalar que 110 visitadores del organismo acompañaron la marcha, que partió de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, y concluyó en la plancha del Zócalo, comentó que hubo incidentes menores por parte de integrantes del Bloque Negro, como “pintas e intervención de algunos edificios”.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana dio a conocer que policías metropolitanos decomisaron artefactos explosivos de fabricación casera durante las revisiones preventivas en la marcha. También fueron desplegadas células de 10 elementos y tres motocicletas de testigos supervisores de derechos humanos.
El objetivo fue supervisar la correcta actuación de los uniformados que estuvieron a lo largo de la ruta que pasó por Eje 2 Norte, Eje Central Lázaro Cárdenas, 5 de Mayo y Plaza de la Constitución.
Se trató de un operativo de contención, pues la instrucción a la policía fue de “no reprimir, no pasar a la ofensiva nunca”, por lo que sólo contaron con escudos para protegerse de alguna agresión y extintores, afirmó el secretario de Gobierno, Martí Batres. Se “apostó por la política, por el diálogo, por la paz, por la tranquilidad”, dijo.